La autora se reconoce en un estilo onírico e intimista, como el de su referente Tim Burton
Fuente: Ediciones Carena
Para que el público tenga esta información de primera mano, ¿cuál es la sinopsis de Tara?Una historia de defectos. Un viaje que no termina. Unas cenizas que no encuentran reposo. Una pareja que se cuestiona. Una casa colgada en un acantilado. Unos personajes imperfectos. El abandono. Una huida al pasado. Un coger las riendas de la propia vida. Un no saber hacerlo. Una separación. El amor. Un lugar donde quedarse.
¿Qué es la vida sino una gran tara? ¿Cómo se enfrenta uno al miedo? ¿Y al perdón? ¿Cuánto queremos? ¿Cómo queremos? Estas son algunas de las preguntas que intenta responderse la protagonista de esta historia, en un viaje que la llevará a dejar a su pareja en una casa medio abandonada, repleta de taras, obligándola a cuestionar las suyas propias, las de su entorno y las de su relación. ¿Qué somos sino una suma de nuestras taras? Ellas nos forman y de ellas queremos desprendernos a cada momento, aunque no lo consigamos.
Lo primero que llama la atención al conocer su obra es el título. Se trata de una palabra ambigua que, sin conocer la temática, puede interpretarse de varias formas. ¿Qué le llevó a elegir este título? ¿Barajó otras opciones?
El título lo tuve claro antes de empezar a escribir nada, porque realmente quería escribir de las taras, las taras entendidas como defectos, como imperfecciones, como algo muy personal que aflora de repente. Lo he llevado al terreno psicológico, pero también he creado personajes con taras físicas porque toda tara tiene un punto de molestia, de incomodidad, y en ese ámbito me quería poner. En el del dedo en la llaga.
¿Cómo fue el proceso de creación? ¿Hubo grandes parones?
Mi proceso de creación fue muy rápido, demasiado diría. El premio exigía terminar la novela en 6 meses y al final acabó incluso siendo antes por temas de imprenta y demás. Así que diría que en unos 5 meses la terminé. Fue difícil, sí. Y hubo parones creativos, y crisis, y el no saber si iba bien, pero el secreto siempre está en seguir y luego ya veremos. Al final, se trata de una obra muy personal escrita con total libertad, con un poco de presión por la fecha de entrega, pero eso también te obliga a avanzar, a no divagar, a seguir aunque haya dudas.
Hablamos ahora de su estilo literario. ¿Cómo lo definiría usted? ¿Quiénes son sus referentes literarios?
Mi estilo diría que es un poco poético, onírico, realista, irónico también. Hay un poco de mezcla porque para hablar de temas que duelen o recurres a la poesía y a la ironía o cuesta. Mis referentes son muchos, y no solo literarios, creo que hay mucha imagen en mi cabeza. La imaginación de Miyazaki, el universo de Tim Burton, lo surrealista de Michel Gondry, lo cotidiano de Woody Allen, todo mezclado me parece explosivo. Y luego literario pues Amélie Nothomb me gusta mucho su ironía, Patti Smith, su proximidad, los cuentos de Chéjov tan bien construidos, Szymbroska, una de mis poetas preferidas, Ginzburg también… en fin, tanto…
También es llamativo que defina los personajes como imperfectos. ¿Quiénes fueron sus modelos para crearlos? ¿Algún conocido suyo se reconocerá en un personaje?
Bueno es lo que te comentaba, que tara ya es una imperfección y en el fondo qué somos todos sino las sumas de nuestras taras? Mis modelos, la vida misma y claro que hay referentes cercanos, ni todo es ficción ni todo es realidad, pero en este caso hay mucha intimidad, sí.
Otro apartado importante en muchas novelas son los espacios. ¿Dónde se desarrolla su novela? ¿Qué aporta este espacio al desarrollo de la historia?
Sobre todo, se desarrolla en el interior de la protagonista. Y además en una casa donde se percibe que los que la habitan han intentado abandonarla demasiadas veces y en el espacio del abandono de la propia persona, en este caso, la muerte de la hermana de la protagonista, lo que la hace iniciar un viaje de escapismo y de encuentro.
¿Cómo recibió la noticia de que había ganado el Premio Spectrum de novela?
Con una botella de cava. Me hizo mucha ilusión, sobre todo porque me obligó a terminar una historia que empezaba a gestarse en mi cabeza.
Para quienes no conozcan estos premios, ¿nos puede explicar quienes conceden este reconocimiento?
En este caso, es un premio que se convocó en la plataforma fuentetaja de escritura creativa, y los editores lanzaron un concurso sobre proyectos de novela. Primero había una fase con un par de capítulos y después otra con unos cuantos capítulos más. Hubo muchísima participación porque la verdad, es una oportunidad y una apuesta por voces nuevas.
Aunque no se debe encasillar, tampoco los libros, lo cierto es que existen ciertos perfiles de lector. ¿Asocia su obra a alguno de ellos?
Más que a un perfil de lector, lo asocio a un momento vital. Como dice Luna Miguel en el prólogo que tan cariñosamente me escribió, ella me asemeja a Permafrost, a Por qué lloran las ciudades… a novelas de mujeres que estamos contando el mundo. Es nuestro turno.
Al acabar de leer su libro, ¿qué sensación querría que quedase en los lectores?
Querría que encontrasen en ella algo que lidiara con su vida, que sanara o que sacudiera, que les diera un retortijón y a la vez unas cuantas sonrisas. Al final es una novela que se pregunta cuestiones sobre el amor, el dolor, el miedo, los defectos, cómo vivimos con ellos, cómo nos relacionamos, de qué huimos, y lo hace a través de un viaje de una protagonista femenina que se enfrenta a ella misma, también con una visión irónica y onírica de su entorno… de sus relaciones, de los personajes con los que se va encontrando…
Gracias a las redes sociales es muy fácil que los lectores contacten con los escritores. ¿Qué tipo de comentarios le han llegado? ¿Está preparada para todo tipo de críticas?
Comentarios pocos porque no soy una autora conocida ni muy dada a las redes pero preparada para las críticas pues no lo sé, ¿quién está preparado para que le tumben o para que le elogien? El qué es aceptarlo y creer que tú has hecho lo que querías hacer.
¿Cómo pretende darse a conocer entre unos lectores saturados por las novedades?
Pues espero que la obra hable por sí misma, despegada de mí, aunque como tú dices, con tanta saturación es difícil. Haremos seguramente una presentación en septiembre y de momento volando lento.
Muchas gracias por esta entrevista. Para acabar, ¿qué libro cree que debería leer cualquier amante de la literatura?
¡Muchas gracias a ti! Alguno de Amélie Nothomb o El viento ligero en Parma, de Vila Matas, es un libro muy sabio y con un título tan bonito…