Lavezzi y Cavani, transformando sueños en realidades

Disputando los octavos de final de la Uefa Champions League por primera vez en su historia, el Napoli no dejó pasar la oportunidad de hacer explotar de jubilo al San Paolo y venciendo 3-1 a un descompuesto y desorientado Chelsea hizo dio un paso gigantesco a los cuartos de final.

A nivel juego, en ningún momento existieron equivalencias entre un equipo y otro. Las realidades diametralmente opuestas por las que ambos atraviesan quedaron fielmente expuestas y lo que para el Chelsea quizás fue el comienzo del ocaso del proyecto que André Villas Boas encabeza de forma deficiente desde el banco de suplentes para el Napoli fue la confirmación de un presente que aun con vaivenes sigue invitando a la ilusión. 

Individual y colectivamente superior, el Napoli se impuso porque fue fiel a su estilo y llevó a cabo su plan de forma perfecta. Un plan en el que el sacrificio prima por sobre los lujos y al que más allá del descomunal trabajo de Gokhan Inler y Walter Gargano al momento de presionar y robar balones nuevamente transformaron en rentable tanto Ezequiel Lavezzi como Edinson Cavani. 

Distintos, talentosos, explosivos, determinantes y absolutamente idóneos para desenvolverse en un equipo que juega como lo hace el dirigido por Walter Mazarri, ambos desarticularon por completo al cuadro londinense. El “Pocho” vistiéndose de artista y dirigiendo, iniciando y culminando. Y el “Matador” dando muestras de omnipresencia permanente y haciendo del gol su mejor rutina.

Figuras excluyentes de un conjunto que como único lunar tuvo sus despistes defensivos -el más grotesco de Fabio Cannavaro, que propició el tanto inicial de Juan Mata- tanto el argentino como el uruguayo se erigieron en armas de desequilibrio permanente y repartiéndose la responsabilidad de vulnerar la valla defendida por Petr Cech hicieron prácticamente todo bien, especialmente cuando se juntaron y sin nada de egoísmo (como muestra el tercer gol) hicieron gala del enorme entendimiento del que gozan.

Si bien Lavezzi marcó dos y Cavani uno, tanto uno como el otro disfrutaron de un protagonismo absoluto durante el encuentro. Como el que también tuvieron el pasado fin de semana ante Fiorentina y como el que han tenido y seguirán teniendo en lo que resta de la temporada, en la que el primero lleva 8 goles (6 en Serie A y 2 en Uefa Champions League) y el segundo, mucho más acostumbrado a convertir, suma 23 (15 en Liga, 3 en Copa Italia y 5 en UCL).

Siendo dueños de 31 de los 59 goles marcados por el equipo en todas las competiciones, ambos transforman sueños en realidades e invitan a seguir pensando que para este Napoli inédito en esta instancia de Champions no hay nada imposible. Stamford Bridge ya los espera.