Esta tarta en primera instancia iba a ser para una sesión de fotos para un nene, el cual con sus manitas, pies, boca y cualquier parte de su cuerpo supuestamente iba a destrozarla
Ahora está un poco de moda hacer fotos a los niños manchándose de crema y poniéndose perdidos de la tarta preparada para ese evento, pero en esta ocasión los papis se quedaron con las ganas, porque el nene en cuestión, no sé si porque pensaba que era un poco sacrilegio destrozar la tarta o porque le daba miedo o repelús meter la manos en tan blando elemento
Total, que al final, la tarta sobrevivió al niño y pasó a mejor vida en los estómagos de sus papás
Probaremos para el próximo año, jijii