No he cumplido exactamente lo que dije en mi anterior entrada porque Febrero está llegando a su fin y no quería que acabase sin la lectura de turno de los Imprescindibles del año.
Ya que el mes pasado, con El cuervo, seguí lo que había hecho el año anterior, repitiendo con Edgar Allan Poe, he creído oportuno hacer más o menos lo mismo. Esto es, elegir una obra de características similares. Si hace doce meses la obra elegida fueron las Leyendas de Bécquer, he optado ahora por otro clásico español breve. Si veis la entrada de los Imprescindibles de 2013, seguro que intuis cuál va a ser, al menos, la siguiente autora que caerá en Marzo ;) En el instituto leímos bastantes pasajes de la novela, cosa que he recordado al cogerla ahora desde el principio hasta el final. No esperéis un análisis elaborado, únicamente mi impresión personal de simple lectora.Argumento: En una extensa carta dirigida a "Vuestra Merced", Lázaro relata toda su vida y todas las adversidades por las que pasó hasta llegar al momento presente. Partiendo de sus orígenes, Lázaro González Pérez es un huérfano de origen humilde. Cuando su padre fallece, su madre lo pone al servicio de un ciego bastante cruel, el primero de varios amos que lo despertarán a la maldad del mundo y le enseñarán que tiene que ser asusto o "pícaro" para sobrevivir en esa España del S XVI. Se trata de una novela, una de las primeras del género, muy breve en forma de carta. La historia es bastante sencilla y lineal, por lo que es muy fácil de seguir y es una muy buena elección como primera obra española antigua que catar, o al menos, así me lo ha parecido a mí. El mayor problema que tiene es el castellano antiguo de numerosas expresiones que, al menos en mi edición, se han mantenido, aunque según las notas, se han adaptado bastantes palabras y expresiones. Esto ha hecho que, de las aproximadamente 80 páginas que tiene, la inmensa mayoría se lleven un cuarto o un tercio del espacio en anotaciones explicativas. La lectura se ha ralentizado bastante y por momentos resultaba aburrido tener que parar cada pocos renglones para ver las notas. Supongo que habrá ediciones completamente depuradas mucho más fáciles de leer.Y no han sido sólo las anotaciones en cada página. En mi edición se han ido aproximadamente unas 50 páginas en introducción y análisis que no me he querido saltar salvo cuando veía que se ponían a destripar la, ya de por sí breve, historia.Pasando a la trama en sí, tenemos a un niño que pasa de un amo a otro, cada vez con peor fortuna si ya parecía difícil al principio. La novela es una crítica feroz a su época, que en pocas páginas no deja títere con cabeza. Todo queda, no obstante, detrás de una capa de anécdotas hasta divertidas vistas desde fuera.El blanco principal de los dardos envenenados son los clérigos, siendo cinco de los siete amos de Lázaro de esta rama social. Ni uno se salva: avariciosos, embusteros, estafadores, egoístas... Nada tienen que ver con el papel que deberían desempeñar. Por otro lado, también pone en cuestión la figura de los hidalgos, respetados únicamente por su linaje de sangre. Plantea aquí la tesis de que tiene más valor aquél que con esfuerzo y trabajo sale adelante honradamente, frente al supuesto honor de vagos que no hacen nada por la vida más que pasear su título.Ante semejantes personajes, al pobre crío sólo le queda morir de hambre o espabilar y echar mano de la célebre picaresca española, que de tan atrás viene, para sobrevivir. El más interesante y famoso de todos sus amos es sin duda alguna, el ciego, el primero. La anécdota de las uvas es quizás el pasaje más famoso de la novela, el más simpático y el más inocente.No puedo aportar mucho más. Creo que Lazarillo de Tormes es uno de esos clásicos que merece la pena ser leído y que es asequible de serlo dada su brevedad y su tono ligero y ameno con el que realiza una crítica tan fuerte. No obstante, os animo a que lo busquéis en una edición que adapte por completo el castellano antiguo al actual para que la lectura sea más accesible y ágil.