Revista Cocina

Lebkuchen y moderneo (2012 d.C.)

Por Biscayenne
Quedan sólo 3 años para que Marty Mcfly viaje al futuro y nos vamos a tener que dar mucha prisa en inventar los coches voladores. Tampoco parece que vayamos a tener pronto el hidratador de comida, ni otros inventos culinarios que nos iban a ahorrar el tener que cocinar. 
Parece que los profetas se han equivocado, y que ahora, lo más "moderno" es volver a la gastronomía tradicional, y lo más de lo más, cocinar en casa. Aunque no se sepa hacer un potaje de garbanzos, ni casi unos huevos fritos, lo que se lleva ahora es que todo el mundo sepa hablar de delicatessen, gourmet, influencias orientales, fusión, y epatar al personal preparando sushi para cenar. 
La última manifestación del moderneo cocinil es el malenismo, sobre cuyos serios peligros para la salud (mental y social) nos advierte el blog maleni: el handmade y el diy (traducción: manualidades que te haces tú mismo con tu mecanismo en casa: tienen que salir perfectas y de revista. Las cutreces no valen), mezclados con retro-moderneo, repostería y una pizca de color rosa. 
Habiendo yo declarado la guerra al fondant, a la buttercream y a los colorantes chiripitifláuticos, no sé si aún podré decir que soy un poco maleni. Lo que sí puedo asegurar es que en este 2012 d. C. vais a seguir viendo aquí recetas sencillas, ricas, y hechas en casa sin grandes adelantos tecnológicos. El colmo de la moderrrnidad.
Y como muestra, aquí viene un botón: Lebkuchen.
Lebkuchen y moderneo (2012 d.C.)
El Lebkuchen es una galleta de jengibre típicamente alemana y navideña, hermana del pan de jengibre. Tiene que quedar blandita y esponjosa por dentro, casi como si fuera un bizcocho, nada que ver con las galletas decoradas y crujientes que solemos ver por estas fechas.
Lebkuchen:

Dificultad, así de primeras:para pajes, elfos, renos y camellosProbables complicaciones:¡ninguna! nada de cortadores, sólo las manos!Sabor: a Navidad especiada. Receta de inspiración: Cook Republic
INGREDIENTES: para unas 40 galletas

  • 250 gr. de harina
  • 200 ml. de miel (si no os gusta mucho, o es de sabor fuerte, 150 ml.)
  • 80 gr. de almendra molida (también puede ser avellana o nuez)
  • 85 gr. de mantequilla
  • ralladura de una naranja y un limón
  • 1 cucharadita de Royal o similar
  • media cucharadita de bicarbonato sódico
  • 2 cucharaditas de jengibre en polvo
  • 1 cucharadita de canela
  • media cucharadita de nuez moscada (rallada o en polvo)
  • 5 clavos de olor
  • unas cuantas semillas de cardamomo o media cucharadita del mismo en polvo
  • media cucharadita de cilantro (entero o en polvo)
  • 1 pizca de sal
  • naranja confitada troceada finamente


Aunque hay otras recetas de Lebkuchen más "canónicas", ésta es una de las más sencillas y sale genial. Yo echo muchas especias porque me gusta especialmente fuerte, podéis rebajar o suprimir la que queráis.

PREPARACIÓN: Primero, si no tenéis todas las especias en polvo, tendréis que triturarlas en un mortero o en un molinillo de café, todas juntas para que se impregnen de sus olores.
En un bol, mezclar la harina con las especias, la almendra molida, el bicarbonato, el Royal, la sal, la ralladura de los cítricos y la naranja confitada (si la tenéis).
Lebkuchen y moderneo (2012 d.C.)

En un cazo al fuego o en el microondas, calentar la miel junto a la mantequilla hasta que ésta última de derrita. Dejar entibiar esta mezcla y mezclarla con los ingredientes secos hasta obtener una masa húmeda y espesa.
Hacer una bola con ella, envolverla en plástico para alimentos y dejarla una noche en la nevera. También podéis refrigerarla simplemente una hora y empezar a hornear las galletas, pero dejando pasar más tiempo los sabores se harán más intensos.
Lebkuchen y moderneo (2012 d.C.)

Al día siguiente, sacar la masa de la nevera y dejarla a temperatura ambiente un rato. Precalentar el horno a 180 grados y destapar la bola de Lebkuchen.
Es tan fácil como ir cogiendo porciones de masa con los dedos y hacerlas rodar entre las palmas de las manos hasta obtener una bolita de unos 3 cm. de diámetro. Si la masa se cuartea y desmiga, no pasa nada, apretáis bien cada trozo como si fuera plastilina.
En una bandeja de horno cubierta por papel sulfurizado vamos colocando las bolas separadas entre sí unos 8 cm. La masa no se expande demasiado en el horno, pero hay que aplastar los pedazos de masa con la palma o los dedos para que cojan forma de galleta. Importante aplastarlas sólo un poco, si fuesen muy planas no quedarían blanditas por dentro, que es lo que queremos.

Lebkuchen y moderneo (2012 d.C.)

Lo que no hay que hacer: aplastar tanto las galletas como las de mi primera tanda.


Al horno con ellas, en torno a unos 15 minutos. Subirán un poco, y empezarán a coger un tenue color dorado. Aunque os parezca que están blandas al tacto, las sacáis y colocáis sobre una rejilla para que se enfríen. ¡Esperad 5 minutos para hornear el resto de galletas!
¿Por qué? Pues primero, porque así podéis usar la misma bandeja y papel, que la vida está muy mal y hay que ahorrar. Segundo, porque enseguida las primeras galletas se endurecerán, y si veis que no están tiernas al tacto, es que tenéis que calcular 2 o 3 minutos menos de cocción.
Lebkuchen y moderneo (2012 d.C.)

Así sin más zarandajas las podéis comer o guardar en un bote hermético, o untar la cara redondeada en chocolate negro, como hice yo con algunas de ellas.
Sólo hay que derretir el chocolate, mezclarlo bien en un tazón ancho, coger con cuidado la galleta entre dos dedos con su parte superior hacia abajo, y untarla bien hasta que nos manchemos la punta de los dedos (que posteriormente se chuperretean). Dejar escurrir boca abajo unos segundos, darle la vuelta, menearla de lado a lado para que se alise la superficie y dejar que el chocolate solidifique.
Lebkuchen y moderneo (2012 d.C.)

¡Feliz año 2012, que traiga para todos (y para mí, para mí) cosas mucho mejores que el 2011!

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