La lechuga es buena en ensalada, en entremés, como sopa de lechuga fría y, también, como alimento neutralizador de ácidos. Es beneficiosa para la salud y muchas veces nos sirve, además, para saciar el hambre en dietas de adelgazamiento. En algunas dietas nos dicen "lechuga, tanta como quiera".
La lechuga es muy útil para tratar erupciones cutáneas. Parte del silicio que contiene es necesario para las uñas, la piel, el pelo, el esmalte de los dientes y las paredes de todos los tejidos celulares.
La lechuga es útil, también, para combatir el insomnio. Tomando dos tazas del tronco de la lechuga triturado y después colado, dormiremos mejor. Y ya sabemos que si nuestra piel está descansada somos más bellos y nos sentimos más a gusto.
Para la piel enrojecida e inflamada podemos hervir lechuga durante diez minutos y la aplicamos como si fuera un cataplasma, con algo de aceite de oliva. Para los ojos hinchados, el agua destilada de lechuga es magnífica; la aplicamos como si fuera un colirio.
Para hacer una loción descongestiva hervimos cinco hojas de lechuga en un vaso de agua durante 10 minutos. La dejamos reposar y que se enfríe tapada. Cuando esté fria, la metemos en un bote de spray y le agregamos una cucharada pequeña de zumo de limón, para que dé al producto un pH algo ácido, como nuestra piel. La aplicamos sobre el rostro y el cuerpo, lo más fría posible, tantas veces como deseemos. Esta loción no debe estar en la nevera más de tres días.