Portada de El Jilguero
Fueron los ingredientes de esta historia lo que me animó a la lectura de un libro de más de mil páginas. Pero era muy seductora la sinopsis: Un ataque terrorista en un museo, una madre fallecida, el robo de una obra de arte... y la historia de un Oliver Twist que sufre el desarraigo constante, y que conforme crece va forjando su personalidad a golpes de drogas y alcohol, soledad, amor, muerte, amistad, dolor..Todos esos ingredientes y un premio Pulitzer a su autora, Donna Tartt, pintaban muy bien. El principio (las primeras 400 páginas) me gustó mucho. Las descripciones de lo que pasó en el museo, del encuentro del protagonista con el anticuario, la vuelta con su padre, etc, me gustaron por la forma en que estaban descritas, por la prosa trabajada. Pero luego el libro pega un bajón, coincidiendo con los momentos mas turbios de la vida de Potter. Es como si le sobraran páginas enteras, que no hacen otra cosa que enredar el ya de por si rocambolesco preámbulo al desenlace. Y eso que el protagonista es muy seductor, una especie de personaje de Dickens, que consigue finalmente que la novela vuelva a una etapa álgida hacia el final. Importa este contenido