Hace apenas dos meses salió a la venta el tercer título publicado por la editorial ¡Caramba!, La Industria de los Sueños, en el que se recopilan las viñetas que Paco Alcázar ha publicado los últimos cinco años para la revista Cinemanía. Una estupenda oportunidad para reírnos del mundo del séptimo arte, conocer algo más a Paco Alcázar y a la editorial ¡Caramba! Otra forma de publicar es posible.
Originalmente Paco Alcázar publicaba las tiras de tres en tres en Cinemanía. Una de ellas siempre era un desternillante "¿Cómo hubiera sido...?"
Una mirada desde el humor a la industria del cine
¿Cómo hubiera sido Atraco a las tres dirigida por Quentin Tarantino? ¿Podéis imaginarlo? ¿Habría podido todo un monstruo de la interpretación como John Malkovich protagonizar Condemor? ¿Cómo hubiera sido Jackass protagonizada por Meryl Streep? Paco Alcázar no sólo se plantea esas preguntas: las contesta. Y lo mejor de todo, lo hace en viñetas, exprimiendo al máximo su estilo para conseguir atrapar la esencia de decenas de personajes, actores y directores de cine, y transmitirlos una característica tensión angustiosa que tras un breve pulso se transforma en sonrisa o carcajada.
Alcázar expresa sus opinones sobre el cine sin tapujos, por ejemplo deconstruyendo a los grandes directores mediante menús de lo mas diversos
El cine y sus personajes no sólo nos entretienen y nos deslumbran, su magia y el glamour, a pesar de haber vivido tiempos mejores, siguen atrapándonos. Conocemos las vidas de los actores y directores, sus fotos robadas y sus rupturas matrimoniales. Todo forma parte de un mismo círculo que se retroalimenta: Quentin Tarantino y Uma Thurman escribieron a dos manos el guión de Kill Bill para exorcizar los fantasmas de la dolorosa ruptura de la actriz con Ethan Hawke. Su noviazgo había comenzado durante el rodaje de la excelente Gattacca. A Ethan ya lo conocíamos por haber sido el amigo de Colmillo Blanco y por formar parte del selecto Club de los Poetas Muertos, del que también formaba parte Robert Sean Leonard, el simpático doctor Wilson de la serie House, protagonizada por Hugh Laurie. ¿Qué tienen en común Uma Thurman y Hugh Laurie? Los dos han hecho publicidad para la tónica Schweppes. Ethan Hawke, por su parte, estudió en el instituto de Plainsboro, Nueva Jersey. Donde, curiosamente, se ubica en la ficción el hospital de House y Wilson. ¡Misterio!
Algunas de las tiras de Alcázar arrojan luz sobre muchas de las cuestiones que obsesionan a los cinéfilos de hoy en día
El poder del cine para evocar sueños, para crear tendencias y para traspasar sus propias barreras es indiscutible y lo convierte en un súmmum de lo metarreferencial. Pero más allá del esplendor del séptimo arte está su industria, el engranaje que hace que todo ese mecanismo continúe en funcionamiento y produzca beneficios, y al final ese es el resumen que la portada de este cómic nos plantea. Las elegantes salas de cine quedan vacías, los restos de ese momento de consumo en ocio sobre la alfombra revelan, cuando se encienden las luces, que hemos salido del sueño. Las estrellas del Paseo de la Fama pierden su lustre con el paso de los turistas. La industria de los sueños está repleta de pequeñas y grandes miserias. Paco Alcázar tiene el excepcional talento de pegar esa estocada a las tripas del cine provocando la risa, a veces más cerca de la ironía, otras veces mediante la sátira más descarnada. La mayoría de las veces mediante la cercanía con el lector, que se reconoce a si mismo haciéndose las mismas preguntas. Alcázar es cinéfilo pero está alejado de la crítica, como declara en esta entrevista para el programa de Radio 3 Carne Cruda. Su única intención es hacer chistes sobre algo que le gusta.
¡Es verdad!
Paco Alcázar, humor de raíz underground
La nota biográfica que acompaña a La Industria de los Sueños comienza así:
“Paco Alcázar (1970) comenzó su carrera como dibujante en los años 90. Desde entonces ha publicado numerosos tebeos centrados habitualmente en los aspectos más dementes, absurdos, irritantes, retorcidos y negativos de la existencia humana.”
Alcázar comenzó publicando sus primeras obras en diversos fanzines y pequeñas editoriales de la explosión indie-underground española de los años noventa, como D2ble D2sis o Subterfuge Comics. Desde Moho y el genial y “lynchiano” Todo está perdido, ha conjugado los límites del mal gusto, la provocación, el surrealismo de corte escatológico cercano al estilo “trash”, con una aguda mirada para el humor descarnado que queda plasmada en afilados caracteres, rotulados artesanalmente con un pincel de retoque fotográfico. Estos trabajos lo confirmaron como uno de los referentes del underground nacional, en la estela de autores como Miguel Ángel Martín. Para El Jueves produce desde hace años las tiras de Silvio José, de las que en abril de este año ha aparecido una segunda recopilación, Silvio José: Faraón (Astiberri). Sus primeras obras también están disponibles, también, en los tomos El manual de mi mente (2008, Random House Mondadori) y Daño Gratuito (2011, Diábolo).
Otro de los títulos que se repiten, "Que duro es ser..." destapa las miserias cotidianas de muchos de nuestros iconos mas arraigados
¡Caramba! Otra forma de editar historietas
En los créditos del libro podemos ver la nota “Parte de los beneficios de este libro irán destinados a financiar clases de caricatura para Paco Alcázar”, un guiño a las carencias en el dibujo que Alcázar ha señalado en numerosas ocasiones. Esa capacidad para convertir las limitaciones en marca de estilo es una de las muchas facetas que el autor tiene en común con la editorial ¡Caramba!
Manuel Bartual (Valencia, 1979) ya había probado con la autoedición como miembro del colectivo 7 Monos. Autor del webcómic Escucha Esto para MTV España y de las tiras de Sexorama en El Jueves, combina su faceta de historietista de humor con la de maquetador para editoriales de cómic como Astiberri y Dibbuks. Embarcado desde comienzos de 2011 junto a Alba Diethelm en la tarea de reunir a varios de los mejores autores de humor del cómic español para realizar un fanzine que versara sobre el humor en sí, el éxito de ese primer fanzine ¡Caramba!, favorecido por su distribución y difusión por internet, le llevó a consolidar ¡Caramba! como una editorial de nuevo cuño, centrada en el humor y en un respeto por el formato y por el autor, que goza de un mayor control sobre la obra que el habitual en las editoriales tradicionales.
¡Caramba! representa una forma de simplificar otra industria de los sueños, la de los cómics, librándola de muchas de esas miserias intermedias inherentes a toda industria, aprovechando al máximo los recursos de difusión de las redes sociales, el buen gusto de los editores y el talento de los autores de su selecto catálogo, que crece de forma imparable desde la publicación de Reunión (hilarante y sugerente cuaderno de notas de Manel Fontdevila, creador de “La Parejita” para El Jueves), con Let’s Pacheco! (de Laura y Carmen Pacheco, traslado al papel de las divertidas tiras del webcómic del mismo nombre), La Industria de los Sueños, el limitado (y agotado) Caramba 2, la historieta más larga de la historia (publicada en un rollo continuo de cinco metros de longitud, con la colaboración de 47 autores) y el reciente pack de nostálgicas postales Los fabulosos Teykerman, de Pedro Villarejo. No está nada mal para un sólo año, y anuncian más novedades para este mismo mes. Una muestra de que internet y el cómic pueden y deben ir de la mano, sobre todo si es para permitir que iniciativas editoriales como ¡Caramba! lleguen a prosperar.
Raúl A. Astruga
Mercader de historietas en La Parada de los Cómics y miembro de la Asociación Cultural El Planeta de los Cómics.
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