Después de compartir casi treinta lecturas con vosotros a lo largo de los últimos meses, decimos adiós a las Lecturas desde La Parada repasando algunos de los cómics que quedaron en el tintero: Sandman, Predicador, Locas y unos cuantos mas. Despedimos la sección dandoós unos cuantos títulos imprescindibles para que no dejéis de leer historietas. Nosotros no lo haremos. Más información, a un click.
Un repaso a treinta entradas de cómic
Cuando comenzaba la andadura de esta sección, allá por enero de este año, hablaba de lo difícil que resultaba escoger un sólo cómic de toda la novedad para leer y compartir con vosotros. Un rápido repaso a las veintiocho entradas anteriores refleja como el criterio de la selección ha estado casi completamente basado en mi gusto personal: como anunciábamos en el inicio de esta andadura, mi intención era hablar de los cómics buenos (para mi), de los que me gustaban, que para criticar las cosas que no gustan están los críticos. Muchos títulos se han ido quedando fuera, y lamento especialmente no haber compartido con vosotros mas lecturas de novelas gráficas tremendamente interesantes que han ido apareciendo en los últimos meses. La primera lectura, Athos en América, pretendía marcar la línea de interés de nuestros viajes por el cómic, pero una de las características de este género es su elevada extensión, que hace complicado una lectura semanal si se han de combinar muchas otras. Otra de sus características es la profundidad de su mensaje, sus juegos estilísticos y múltiples capas, cuyo repaso y análisis, aún sin entrar en profundidades teóricas que en muchos casos se me escapan, requieren una lectura mas pausada. Quisiera poder leer mucha mas novela gráfica, y haber podido comentar con vosotros mis impresiones respecto a títulos como Logicomix, Habibi, Cinco Mil Kilómetros por Segundo, Fueye, Asterios Polyp, Berlín: Ciudad de Piedras, Un Lugar Equivocado, El Vecino, El Héroe, Dublinés…
Una lectura apasionante y muy didáctica, que juega con los recursos del cómic para tratar de forma profunda pero accesible la biografía de Bertrand Ursell y el perfeccionamiento de la lógica matemática. Pese a que puede ser sorprendente para algunos, no es la única biografía de científicos: Norma sacó recietemente una biografía de Richard P. Feynman
Novelas gráficas como las que os mencionado, suponen un aire de frescor y una estupenda puerta de acceso al mundo del cómic para aquellos que busquen cierta sensibilidad en la forma de tratar los temas y en su hermosa forma de contarlas. No me olvido de los clásicos, Maus y Persépolis, que junto con El Arte de Volar y Arrugas han conseguido atrapar a este público ajeno al cómic a lo largo de los últimos años.
Lo mismo puede decirse de muchos cómics que originalmente se publicaron en un formato de serie, y que con el paso del tiempo han podido recopilarse formando a su vez un único tomo, en el que la coherencia formal y temática permiten crear obras que ofrecen una nueva lectura, con entidad de novela gráfica. Así no deberíamos dejar pasar títulos como From Hell, V de Vendetta, American Splendor, Locas, Palomar o Balas Perdidas. Cada semana llegan novedades a la tienda, y muchas pasan sin pena ni gloria, a veces de forma injusta, sepultadas tras otras títulos mas vistosos o de autores ya reconocidos, relegadas a una permanencia de pocos meses antes de dejar su sitio a otras novedades. Clásicos recientes como estos se van quedando convirtiéndose en fondo imprescindible de una tienda especializada.
“Locas” se publicó de forma seriada en la revista “Love & Rockets”, donde Jaime Hernández compartía espacio con las obras de su hermano Beto Hernández, creador de la serie “Palomar”. Leyendo en la recopilación en tres tomos las aventuras de Maggie Chascarrillo y Hopey Glass no somos conscientes de la evolución de las historias y el dibujo a través de los diez años que recogen los tomos. Las protagonistas envejecen en tiempo real, a medida que avanza la saga. Veinticinco años después del primer “Locas” en “Love & Rockets”, los Hernández continúan publicando sus aventuras.
Aunque simpre he intentado tomar la novedad como un aspecto fundamental para seleccionar un título para esta sección, en muchas ocasiones este carácter de novedad se lo otorga una nueva reedición, como ha sido en el caso del especial de cuatro números sobre Batman. En otros casos la motivación ha sido la ausencia de una edición, o el final de una larga saga. Esto ha sucedido especialmente con los títulos del sello Vértigo. No será difícil para el lector acertar que bajo ese logo perteneciente a la gran editorial americana DC Cómics se han publicado muchos de mis tebeos favoritos. Hellblazer, Northlanders, Scalped y Transmetropolitan han tenido su merecida relectura. Pero han quedado fuera obras tan míticas como Predicador, 100 Balas o Sandman. La desaparición del catálogo de Planeta deAgostini, editorial que publicó estas obras a lo largo de los últimos años, ha dejado un hueco del que hemos hablado en no pocas ocasiones. Para mi, que fuí lector eventual de cómics hasta que me topé con Sandman, es importante reclamar ese material, pedir que vuelva a estar disponible para ofrecer a los lectores, como a los clientes de la librería, la experiencia de leer un cómic que, partiendo de las bases del cómic americano de terror y suspense y combinándose con elementos surgidos en el universo de los superhéroes, se revela como una verdadera obra magna llena de capas, de momentos mágicos, de poesía, literatura y mitología. Una historia que hechiza a quien la lee y atrapa definitivamente al indeciso en esa fantástica costumbre que es la de leer historietas.
Morfeo, el Señor del Sueño, junto a sus hermanos, Los Eternos: Deseo, Desespero, Delirio, Destino, Destrucción y la encantadora Muerte. Ilustración de Frank Quitely para la reedición del tomo “Noches eternas”.
El álbum europeo de aventuras, el cómic americano de superhéroes, donde surgen de cuando en cuando joyas que trascienden el mero nivel de producto de consumo y entretenimiento, han tenido un menor protagonismo, y mucho menos aún el manga. Reconozco mis grandes lagunas en cuanto al cómic japonés, que en España supuso todo un boom a finales de los noventa. Tal vez sea por su apabullante volumen de títulos y colecciones, por la habitual carencia de tomos únicos y autoconclusivos que no deriven en extensas colecciones. Aún así el mundo del cómic japonés, con sus propios y reconocibles códigos, no merece ser ninguneado. Al margen de divertidas colecciones de los mas variados géneros, obras como Akira, Monster, El Lobo Solitario y su Cachorro o Adolf no deben faltar entre las lecturas de un buen aficionado al cómic. Autores como Hiroshi Hirata, Jiro Taniguchi, Suehiro Maruo, sin olvidar al maestro Osamu Tezuka ni a sus jóvenes seguidores, que plantean proyectos tan interesantes como Un vida errante, de Yoshihiro Tatsumi.
Y a pesar de este repaso no hemos conseguido rascar mas que la superficie. Quedan relegados a un segundo plano un enorme número de títulos, de todos los géneros y de todas las épocas. Con toda esta variedad no queda mucho tiempo para leer otras cosas. La fantasía y la ciencia ficción siempre tienen su presencia en una librería como La Parada de los Cómics, y nos hemos dado el gusto de aparcar las viñetas en un par de ocasiones para referirnos a esas obras.
Ahora, en esta despedida de Ruta42, lamento haber perdido la oportunidad de haber hablado de muchos de esos magníficos cómics, la flor y nata de cada género, los que sirivieron de inspiración para muchos de los otros títulos aparecidos a su estela. Quedan, al menos, mecionados con enlaces a las informaciones de sus respectivas editoriales, como propuesta de futuras lecturas.
Jiro Taniguchi ofrece siempre historias repletas de sensibilidad, en las que la naturaleza está muy presente, aún de forma simbólica. Su preciosista estilo de dibujo y su cuidada narración convierten a su obra en una puerta muy accesible al manga para adultos. Viñetas de “Barrio Lejano”
Quiero aprovechar las últimas líneas para agradecer a todos los que hacen posible Ruta42 con su esfuerzo y con su ilusión, con sus artículos e ilustraciones, organizando al equipo. Ha sido una experiencia estupenda colaborar con tan ilustres hobbits, y aquí puedo citar a Bilbo Bolsón diciendo “No conozco a la mitad de ustedes ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece“. Esta sección no habría sido posible sin la colaboración no acreditada de David Álvarez, ilustrador y a la sazón mi hermano, por su paciencia escaneándome páginas y páginas de cómic y ajustando y en muchos casos rediseñando casi de la nada las imágenes que han servido de encabezamiento en la mayoría de mis artículos.
Y a todos vosotros, lectores, agradeceros el tiempo dedicado a leer esta sección, desearos que no dejéis de leer cómics jamás. Me despido emplazándoos a otros espacios, como la propia librería y su blog, “Desde La Parada“, donde de vez en cuando podréis seguir leyendo reseñas y lecturas de cómics. Quedáis invitados.
¡Hasta siempre!
Raúl A. Astruga
Mercader de historietas en La Parada de los Cómics y miembro de la Asociación Cultural El Planeta de los Cómics.
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