Empecé diciembre con un libro que sabía que iba a odiar pero que tenía que leer. Sé que es absurdo pero de vez en cuando tengo estos arranques. Perdida de Gillian Flynn era justo lo que esperaba una memez de historia disfrazada de intriga. Es igual que una tv movie de Antena 3 de los sábados por la tarde. Ella es rubia y se cree lista, él es guapo y se cree listo y la realidad es que los dos son idiotas y viven en un mundo dónde increíblemente todo el mundo es más idiota que ellos así que ellos parecen super astutos. No son astutos, son memos. Voy, vengo y por el camino me entretengo y el libro es un coñazo. Lo terminé para poder despellejarlo a gusto y para saber hasta dónde había sido capaz la autora de retorcer la historia. Es increíble como partiendo de una premisa absurda consigue llegar a un final inverosímil en el que no hay marcianos, ni una isla que desaparece ni un hada madrina.
Me parece recordar que al estrenarse la película hubo cierta polémica porque decían que el libro iba contra las mujeres o algo de eso. No entiendo la crítica, todos los personajes son idiotas, independientemente de su género. Me falta ver la peli para someterme a la tortura completa.
La editorial Turner tuvo la amabilidad de enviarme Hacer el bien de Matt Sumell a pesar de que mi opinión sobre Las esposas de los Álamos que también forma parte de su nueva colección "El cuarto de las maravillas" no había sido precisamente buena.
Hacer el bien es la historia de Alby, alter ego de Matt Sumell, que al perder a su madre entra en una espiral de lo que podríamos llamar vida sucia. El tipo de descenso a los infiernos, introspección, rescate de recuerdos, inconsciencia vital, borrachera descontrolada y sinceridad desbordada tan típica de muchas novelas americanas.
Es una novela que engancha al principio; Alby cae bien. Quieres saber quién es, qué le ha pasado, qué le va a pasar. El problema es que en algún momento a Sumell los saltos temporales se le van de las manos y acabas un poco desorientado y sin saber muy bien dónde estás y lo que es peor si te importa. Por otro lado es una sensación de dar vueltas sobre ti mismo que se parece mucho a la sensación de espiral en la que se vive en una situación de luto. El problema es que las espirales tienen salida y Sumell parece más bien dar vueltas en un círculo sin fin. A pesar de todo esto, me ha gustado y se lee con agrado. Tiene algunos diálogos muy brillantes de un humor bastante negro.
Una cuestión de fe de Enric González. Este libro tiene toda una historia. El día que yo presenté mi libro, Enric hacía de librero en "Tipos Infames" y obviamente yo no podía ir. Nán tuvo el detallazo de ir a ver a Enric, comprar el libro y hacer que me lo dedicara "Para Molinos que ya es vieja amiga con un abrazo y un gran beso" Enric puede escribir de lo que quiera que yo lo leo todo con pasión, devoción y entrega adolescente.
En este caso Enric habla de fútbol que como todo el mundo sabe es un tema que me motiva cero, pero he devorado el librito más feliz que una perdiz, con una sonrisa en la cara y disfrutándolo como una enana. Se lee como si le estuvieras escuchando, como si se estuviera tomando una copa y fumando mientras te cuenta esas historias, esas ideas, esas reflexiones. Lo imaginas sonriendo porque tú también estás sonriendo al leerlo. Siempre te quedas con ganas de más, de decir "sigue, no pares, cuéntame más".
"Lo que llamamos "historia" no es lo que ocurrió, sino lo que se ha escrito sobre lo que ocurrió. Y lo que se ha escrito se corrige, se reescribe y rectifica día a día desde un presente continuamente cambiante. Y hechos desnudos e indiscutibles se disfrazan de forma distinta en cada época, bajo una condición: la narración histórica es siempre la que más satisface a los grupos dominantes en la sociedad. Por poner un ejemplo chusco, si España se convirtiera en una república islámica, el relato de lo que ahora se llama Reconquista cambiaría por completo, aunque los hechos fueran los mismos".
Por supuesto lo recomiendo para todos. ¡Ah! casi lo olvido, habla de su equipo, de El Español. De la historia, sus recuerdos como seguidor, su sufrimiento.... pero eso es lo de menos.
Al servicio del Reich: La física en tiempos de Hitler de Philip Ball ha sido otro envío de Turner. ¡Mil gracias! Como su propio nombre indica este ensayo trata sobre qué ocurrió y como se comportaron los científicos y concretamente los físicos y más concretamente Planck, Heinsenberg y Deybe cuando los nazis llegaron al poder. Es un libro interesantísimo por lo que cuenta de ciencia y por sus reflexiones sobre lo fácil que nos es a nosotros juzgar como buenos o malos desde nuestro cómodo sillón del siglo XXI.
La premisa de Ball para sustentar el libro es contar la historia de Peter Deybe, el más desconocido (por lo menos para el público de mi nivel) de los tres científicos que he mencionado antes. Deybe fue siempre considerado un militante anti nazi que hizo todo lo que pudo contra ellos hasta que se exilió a Estados Unidos. En 2006 un libro lo presentó como colaborador de los nazis incluso cuando ya trabajaba para los americanos. Se desató una gran polémica que hizo que se quitara su nombre a un instituto en Holanda, a unos premios... Ball se propone contar la historia de la ciencia en tiempos del III Reich y presentar la figura de Deybe, no para rehabilitarle sino para mostrar que no todo es blanco o negro. Es un libro muy muy interesante que recomiendo a todo el mundo por sus reflexiones sobre historia, sobre el papel de la ciencia y sobre el comportamiento moral de cada uno de nosotros. He copiado muchísimos párrafos en mi cuaderno de aprender.
"Una de las lecciones vitales que hemos de aprender del desastre alemán es la facilidad con que un pueblo puede verse absorbido por el marasmo de la inacción; basta que sus individuos se dejen llevar por la marrullería, el oportunismo y la cobardía, para que estén irrevocablemente perdidos".
"Cuando oímos decir en defensa de los físicos alemanes que no todos los hombres puede ser héroes, debemos recordar esta observación: no se trata de cuan inquebrantable sea nuestro valor, sino de cuanto puede tolerar nuestro sentido moral".
He terminado el año maravillándome con la segunda y tercera parte de El Cuarteto de Alejandría:
Balthazar y Mountolive. Ya conté en verano que había empezado la relectura de esta tetratrología de Lawrence Durrell porque cuando la leí por primera vez con 20 años sentí que era demasiado joven, demasiado inexperta, demasiado inocente para apreciarla. Tenía esa sensación pero no estaba segura de que iba a pasar al volver a ella y sencillamente me ha maravillado. No recordaba casi nada de la historia ni de los personajes y ahora mismo que estoy con la última parte, estoy inmersa en el calor de Alejandría en la época anterior a la II Guerra Mundial, con unos personajes centrales vistos desde mil puntos de vista y rodeados de todo un universo de personajes secundarios que crea Durrell. Estoy fascinada y contentísima por haberlo releído. Con 20 años no era su momento, lo es ahora.
De Balthazar:
"La ciencia es la poesía del intelecto y la poesía es la ciencia de los efectos del corazón".En 2015 he leído 67 libros, mejor marca personal de todos los tiempos. No tiene mayor importancia pero me sigue sorprendiendo la cantidad de tiempo que dedico a leer sin por ello dejar de hacer otras cosas.
De los 67 libros, 7 han sido escritos en castellano, 11 por mujeres, 5 han sido relecturas, 20 de no ficción y 7 comics. Bastante variado. Durante el año he repetido a Steinbeck, Siri Hustved, Pinilla y Lawrence Durrell. He leído un par de ellos espantosos pero no tanto como para entrar en mi ranking de libros espantosos de todos los tiempos. (Me he currado un tablero de pinterest muy chulo con todas las lecturas y las citas correspondientes)
Ha sido un gran año lector. ¿Alguien ha leído alguno de los que he recomendado o desaconsejado en todo el año?