Recupero esta sección después de meses, sino un año ya sin indagar en un tema que me haya interesado en alguna lectura. Y no será por falta de ideas, no; ha sido por la absoluta falta de tiempo de que dispuse durante el curso. Y ayer, leyendo Oscura, de Guillermo del Toro, me encuentro con una enfermedad que ha aparecido en varias novelas que he ido leyendo y que siempre me ha llamado la atención por lo terrible que es: la polio.
La poliomielitis
Para empezar, la poliomielitis es una enfermedad que muchos apenas conocemos, más que de nombre, porque hace ya años que está erradicada de los países del primer mundo, pero siempre que leo u oigo algo sobre ella, no sé si os pasará también, la asocio como el culmen del terror, casi casi como la lepra u otras enfermedades de ese tipo: muy contagiosas y con consecuencias fatales. Afortunadamente ahora estamos vacunados.
El causante de la enfermedad es un virus ARN (poliovirus) que afecta exclusivamente a los humanos. Penetra por vía oral a través de alimentos mal cocinados o de aguas contaminadas con el virus, aunque en zonas donde la higiene escasea, puede pasar directamente de la vía fecal a la oral por contacto directo con excrementos o cultivos para el consumo humano donde ha habido excrementos. En todo caso, la infección primaria es digestiva, con diarreas, vómitos y fiebre, y puede no pasar de ahí, pues las células del tracto digestivo son las favoritas de este poliovirus. De hecho, con un tratamiento sintomático e higiene adecuados, la enfermedad podría no pasar de esta fase leve.
Pero el virus puede ir penetrando en los vasos linfáticos del tracto intestinal y, más adelante, al torrente sanguíneo, por el cual se disemina ya por todo el organismo. Todavía no provoca parálisis, pero en algunas personas puede invadir el Sistema Nervioso Central y producir meningitis, con un cuadro clínico de dolores de cabeza, rigidez del cuello, etc.
Frida Kalho contrajo la enfermedad a los 6 años,
quedando afectada su pierna derecha
La siguiente fase, que afecta a menos del 1% de los infectados, ocurre cuando el virus penetra en el Sistema Nervioso y comienza a afectar a las neuronas de la médula. Los nervios se inflaman y comienza la parlálisis de la zona donde está afectando el virus. Ya es una etapa sumamente peligrosa pues, aunque puede que empiece afectando a alguna de las extremidades, la infección se puede propagar y alcanzar, por ejemplo, el diafragma y los músculos respiratorios, por lo que la persona enferma podría tener dificultades para seguir respirando o deglutiendo y, por lo tanto, podría morir. Aún con todo, la infección puede desaparecer y, con ella, la parálisis, pero también se dan casos en los que no se recupera la movilidad (generalmente, si se alcanzan los 60 días con signos de parálisis, esa zona ya no se recupera), y de ahí mis personajes de Oscura, de Secreto de hermanas y de En lugar seguro.
Un dato curiosísimo que he leído en internet es que existe un síndrome Pospolio que se puede aparecer entre 15 y 30 años (¡¡años!!) después de haber padecido la enfermedad (incluso la forma leve con vómitos y poco más), y es una fatiga y debilidad general de la persona afectada. No se puede diagnosticar y muchos médicos piensan que las personas aquejadas de fatiga crónica pueden estar padeciendo en realidad este síndrome pospolio. Desafortunadamente, no se conocen muy bien las causas de esta afección tan tardía (cómo me gustaría poder investigar sobre ello, descubrir algo), y muchas veces ni siquiera se asocia con la poliomielitis, si es que ha pasado como una forma leve con fiebre y vómitos y no se ha diagnosticado correctamente.
niños en rehabilitación
Como habréis podido imaginar, la poliomielitis no tiene tratamiento más que sintomático. No hay ningún antiviral contra el poliovirus, por lo que la única manera de protegernos es la vacunación, y tenemos la vacuna desde los años 50 gracias a un virólogo estadounidense llamado Jonas Salk. Tranquilos, que la mayoría estamos vacunados y, de todas formas, nuestro nivel socioeconómio (por el tema de medidas higiénico-sanitarias con agua y alimentos, me refiero) y nuestra latitud no son propicias para la enfermedad. Eso sí, si viajáis a países tropicales, como la India, conviene revacunarse, porque allí es una enfermedad endémica.
Pues nada, espero no haber sido muy pesada y que a alguien le haya servido para saber un poquito más; yo creo que me la volveré a encontrar en otras novelas, pues fue una enfermedad bastante común a principios del siglo XX, y ahora no viviré en el desconocimiento.
Otras “lecturas obligatorias”:
- Origen de esta sección
- El sombrerero loco
- La parálisis del jengibre
- Las chicas del radio
- La peste negra
- Contexo histórico de la saga Forastera