Revista Blog

Lee esto cuando te plantees renunciar a tus sueños

Por Lorena White @lorenagwhite

Es curioso, pero tener sueños no trata sólo de soñar. Tener sueños y estar realmente comprometidos con cumplirlos, conlleva de todo, menos soñar. Cumplir sueños exige trabajo. Y el trabajo a veces suele abrumarnos. Exige cosas por hacer y riesgos que tomar. Quizá no sean riesgos parecidos a los que corres cuando practicas un deporte extremo o cuando cometes imprudencias, pero en realidad pueden ser casi igual de dolorosos: te arriesgas a llevarte decepciones, a que te hagan daño, a que te digan que no, una y otra vez. Y en última instancia, te arriesgas a sentirte tan decepcionado, dañado y rechazado, que puedas llegar a plantearte renunciar a tus sueños.

no-renuncies-a-tus-sueños

No se te ocurra darte por vencido porque a veces, en el camino hacia un sueño, encuentras otro sueño mucho mejor.

Hay que asumir que la única vía realista (luego está la suerte, y todo eso de que el universo conspira por nosotros) de conseguir nuestros sueños, pueda convertirse en la razón por la que nos planteemos abandonarlos. Pero en realidad, una vez asumido, ni duele tanto ni asusta tanto.

Hoy escribo este post porque me imagino que, como yo, tú también tienes tus propios sueños, lo que supone que, más o o menos una vez al día, puedes plantearte renunciar a ellos. Y sin embargo, no vengo ni a contarte las razones que te impulsen a ellos y ni siquiera vengo a juzgar si tus sueños son viables o no, simplemente vengo a decirte: NO RENUNCIES A ELLOS NUNCA. Me da igual qué sueños tengas, pero con el paso del tiempo te darás cuenta de que a veces, es lo único a lo que puedes aferrarte para hacer algo tan básico como levantarte por las mañanas, ser educado con gente que no se lo merece en absoluto o mantener tu cabeza en su sitio, fría y cuerda. Y ya sólo por eso, merece la pena tener tus sueños ahí.

No estás solo. Bienvenido a nuestra generación feroz.

Además quería escribir este post para decirte que no estás solo. Te doy la bienvenida a nuestra generación feroz, deseosa de conseguir vivir de lo que más le gusta en la vida y de ser feliz cumpliendo sueños. A menudo nos dicen que estamos perdidos. ¿Puedes creer qué soberana tontería? ¿Cómo vamos a estar perdidos si sabemos lo que queremos o, en su defecto, lo que seguro que no queremos? Otra cosa es que las cosas estén un poco difíciles ahora. Pero, ¿perdidos? En absoluto. Así que te lo repito: no estás solo. Tener sueños, aspirar a más, ser ambicioso, es algo tan natural como estupendo. No te avergüences de ello.

Además, mientras tú luchas por conseguir hacer realidad tus sueños, inspiras a otros a trabajar por los suyos. Y eso es una responsabilidad, pero también una tremenda alegría. Me gusta pensar que puedo inspirar a alguien desde aquí, o a mi sobrina cuando le cuento mis batallitas del trabajo o lo que me cuesta ganar el dinero que gano a fin de mes. Es importante que otros vean un reflejo en ti. Sólo por eso, ya no merece la pena darse por vencido.

Ya has intentado renunciar más veces, y has vuelto a la carga después.

Y por último, quiero decirte que ya has intentado renunciar más veces y que, lo más probable, es que hayas vuelto a la carga cuando la tormenta pasa y vuelve todo a su ser. Probablemente, hayas fabricado sueños nuevos, deseos mayores y estés en camino o en proceso de conseguirlos. ¿Qué idea te da esto? Efectivamente, que es imposible vivir en este mundo sin tener sueños que alcanzar o metas que conseguir. Así que, ¿por qué renunciar ahora si sabes que, dentro de poco, volverás a tener el mismo sueño u otro todavía más ambicioso?

Ni se te ocurra ceder.

No te rindas. No se te ocurra ceder. Ni ante aquellos que piensan que tus sueños no son importantes, que te mereces la miseria que ganas o que estás más perdido que un pulpo en un garaje. No se te ocurra darte por vencido porque a veces, en el camino hacia un sueño, encuentras otro sueño mucho mejor. Y por supuesto, no renuncies a nada que tenga la más mínima y remota posibilidad de hacerte feliz.


Volver a la Portada de Logo Paperblog