Leer en el iPad | Tecnología para lectores

El artículo Leer en el iPad | Tecnología para lectores es propiedad de Carmelo Beltrán.

Aprovechando que iba a leer El inspector Disasaster: operación Navidad, una novela ilustrada cuyas imágenes me habían llamado mucho la atención, a pesar de que luego la trama patatín patatán, decidí aventurarme con ella en el iPad para poder tachar simultáneamente de mi listas de ideas pendientes la de hablaros un día sobre mi experiencia leyendo en el iPad y si de verdad aportaba tanto hacerlo en el eReader.

Leer en el iPad

Por si tenéis prisa y no pudierais invertir demasiado tiempo en la lectura de este post, el resumen de mi experiencia es que siempre apostaré por mi Kindle de aquí en adelante y dejaré mi iPad para disfrutar del contenido que me ofrece Netflix, YouTube y el resto de plataformas de vídeo.

El tamaño de la pantalla

La primera barrera que encontré a la hora de leer fue el cómo sujetar el iPad. ¿En posición vertical o en horizontal? Ambas se me hacían demasiado incómodas para leer por la calle.

En vertical sentía, demasiadas veces, que el iPad iba a terminar cayéndose para algún lado en cualquier momento y, aunque nunca lo hizo, ese pensamiento fue el que me llevó a tomarlo en posición horizontal.

La experiencia tampoco mejoró demasiado, sobre todo en la calle. Parece que llevas todo el rato entre las manos, estás obligado a usar ambas en todo momento, lo que hace prácticamente imposible encontrar una posición cómoda en el autobús.

Desde luego, en este aspecto el Kindle está muy por encima de la tablet de Apple. Aunque hay que señalar que esta mide 9,7 pulgadas, por lo que con un producto más pequeño las sensaciones podrían ser distintas.

Las molestas notificaciones

Ni siquiera me había parado a plantearme este tema antes de comenzar a leer, y eso que es algo que ya me saca de quicio mientras veo Netflix. No hay forma de quitar las notificaciones mientras la pantalla está encendida, por lo que mientras leía me sentía bombardeado con notificaciones de Twitter, Instagram, Telegram… Lo que me terminaba por sacar de la historia siempre.

Creo que se debería trabajar en un modo multimedia en el cual las notificaciones estén totalmente congeladas. Son molestas.

En cambio, leer en el Kindle es otro mundo. No hay una sola distracción.

Batería

Como os habéis podido imaginar, la batería también ha sido algo con lo que he tenido que lidiar durante estos días. Es cierto que no tardé más de tres días en acabarme esta historia tan breve, pero no es menos cierto que durante esta aventura tuve que realizar un gesto al que no estaba acostumbrado mientras leía: cargar el dispositivo.

Una de las mejores cosas que tiene el Kindle es su pantalla de tinta electrónica, la cual le proporciona una duración muy superior al resto de dispositivos tecnológicos. A diferencia de un smartphone o una tablet, la batería de este solo disminuye cuando cambia lo que se está mostrando, mientras que en el resto lo hace de forma constante.

Yo, personalmente, acostumbro a cargar la batería siempre antes de comenzar una nueva lectura, y eso ha tenido como consecuencia que nunca me haya quedado sin ella durante una lectura y, por el contrario, el iPad me abandonó en un momento de desesperación mientras aguardaba la llegada de un autobús.

Cansancio en los ojos

A pesar de que pensaba que la vista iba a resentirse durante la lectura, la verdad es que no he experimentado ninguna diferencia a la hora de encarar el libro, así que en este punto no puedo decir que el Kindle sea superior al iPad para leer.

Estas han sido mis conclusiones respecto de la lectura en el iPad. Como habéis podido atisbar, creo que me voy a quedar con el Kindle y dejar el dispositivo de la manzana para elementos multimedia.

¿Vosotros leéis en el iPad o en el ordenador?

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