Mi blog no tiene como esencia principal criticar personajes públicos, sino promover el amor por los libros, pero no de todo tipo de lectura. Revisando las noticias me doy cuenta que, dentro de las novedades literarias del día, se encuentra la biografía de Belén Esteban, y no puedo evitar pensar en la cola de personas que hoy esperaban para que dicha "escritora" les firmara el libro.
Realmente, el problema no es que una mujer que ha ganado su fama insultando a su exmarido y a la esposa actual del mismo por televisión "escriba" un libro, ni siquiera critico a la editorial ni a las librerías quienes en estos momentos de crisis necesitan vender para mantenerse. Pienso en la gran cantidad de gente que, pudiendo aprovechar las maravillosas recomendaciones literarias que ha habido en los últimos meses deciden comprar y leer este libro, asimismo gastar 18,90 euros para ello. Me pregunto: ¿Qué les motiva a comprar esto en vez de la biografía de J.F.Kennedy por ejemplo? ¿o algún libro de la recién galardonada con el Premio Príncipe de Asturias Elena Poniatowska?
Haciendo un paseo por lo que ha sido el año 2013, recuerdo que durante la Feria del Libro realizada aquí en Madrid, presencié largas colas de personas que querían ver a su escritor favorito, entre ellas me llamó poderosamente la atención el fenómeno mediático de Alberto Chicote y la gran cantidad de adolescentes esperando por tener algún contacto con Laura Gallego, una escritora a la que realmente admiro y entiendo que la gente espere por verla. No puedo evitar entonces preguntarme ¿de dónde viene la escogencia de los lectores para adquirir ciertos libros? ¿la sociedad actual necesita leer a Belen Esteban? o es que acaso ¿quienes intentamos que el mundo lea necesitamos cambiar nuestras expectativas acerca de ciertos libros?
He escuchado en repetidas ocasiones a profesionales de la docencia decir que no importa lo que se lea mientras se lea algo, y yo no estoy de acuerdo, los conocimientos que adquirimos por medio de la lectura están íntimanente ligados con la escogencia de los libros que se leen y con el tipo de personas que somos.Personalmente, yo no perdería tiempo en leer la vida de Belen Esteban en vez de emplearlo leyendo una obra de verdadera calidad literaria, lamentablemente otras personas sí.
Me niego a pensar que el mundo del libro se vea reducido a que sólo se vendan este tipo lecturas.