La República, situada en lo que en tiempos fue la costa oeste de los Estados Unidos, está embarcada en una guerra interminable con el país vecino, las Colonias. June y Day, dos ciudadanos de la República, tienen la misma edad –quince años– y viven en la misma ciudad –Los Ángeles–. Sin embargo, habitan en mundos opuestos: mientras que June es una chica privilegiada, destinada a ocupar un lugar en la elite del país por su condición de niña prodigio,
Day vive en la clandestinidad y se dedica a sabotear los manejos de un gobierno que considera corrupto y asesino. No hay ninguna razón para que los caminos de June y de Day se crucen... hasta el día en que Metias, el hermano de June, es asesinado, y Day se convierte en el principal sospechoso del crimen. Entonces, June y Day emprenden un mortal juego del ratón y el gato, en el que él lucha por la supervivencia de su familia mientras ella busca vengar la muerte de su hermano.
¡Muy buenas! He estado unos días liado, pero he sacado algo de tiempo para esta reseña. Esta saga la leí hace mucho tiempo, y me encantó, pero ya no recordaba casi nada de la historia, y encima se ha confirmado una cuarta parte para muy pronto, así que me decidí releerlo.Este es el aspecto que más me ha hecho tener opiniones contrariadas. No es que no me hayan gustado June y Day, es más, me parecen unos personajes muy complejos y buenos, pero solo al principio. Cuando se conocen, parece que su historia queda atrás, y todo se centra en la relación amorosa de los dos. Esta trama hace que el resto quede en un segundo, o incluso tercer plano, y encima, no me gusta esta pareja. ¿Qué necesidad de incluir siempre una pareja de chico y chica? ¿Siempre tienen que enamorarse a primera vista? Hay cosas mucho más importantes en La República y que no se tratan, para que ellos dos puedan tener sus momentos.
Los secundarios han sido mis favoritos, empezando por Tess, la amiga de Day que es como su hermana pequeña. Sale poco, pero cuando sale, me moría de amor con ella, y a la vez la admiraba por lo valiente que es.Kaede también me ha parecido muy interesante, y que haya salido tan poco hace que se cree una oleada de misterio sobre ella peculiar. Espero que siga saliendo en el resto de tomos, y todo apunta a que lo hará.La trama me ha parecido increible. Los mundos distópicos son de mis favoritos, y este, el de La República, me ha parecido una gran crítica a la situación del mundo real hoy en día, en muchos aspectos. El ritmo es vertiginoso, no hay momentos de descanso, solo a veces para desarrollar la trama amorosa, (cosa que me ha sobrado), hay bastante acción, y está bien narrada. Es lo mejor de la historia, su velocidad en contar las cosas, que cuando terminas un capítulo te dan ganas de leer otro por como termina, la capacidad de leerte el libro en una tanda...
La crítica que se hace al sistema está bien hecho y planteado, pero necesito más y más, las cosas se quedan un poco en el aire. Considero que es lo más importante, y que lo traten con tanto tacto, me chirría bastante.
Otro aspecto positivo es la gran cantidad de giros que pega la historia: cuando crees que sabes algo, te enteras de que no es así, y te quedas con la boca abierta. El suspense lo mantiene en las casi cuatrocientas páginas que tiene el libro.
Poco decir del final. Queda abierto, muy abierto, pero es lógico ya que quedan todavía dos tomos más (y un tercero en camino). Te deja con ganas de leer el segundo, que es lo que estoy haciendo. Abre aún más tramas y más intrigas, y no sabes exactamente por donde va a seguir la historia.
En definitiva, es una historia muy buena, con giros muy interesantes, pero que peca de caer en lo romántico y en las relaciones a primera vista, que se vuelven de un dramatismo agotador de un capítulo a otro.