Lo cierto es que muchos piensan que es mezclar churras con merinas, pero en el terreno de la confianza lo que cuesta forjar durante años puede venirse abajo en un par de días. En este sentido la nueva legislación en Internet siembra dudas sobre la nube en las empresas.
La Ley Sinde-Wert y la posibilidad de cierre de una página por parte de una comisión administrativa en un par de días si sospechan que aloja contenidos que puedan atentar contra los derechos de autor. Muchos utilizamos Dropbox para tener copias de seguridad de nuestros archivos, pero ¿qué ocurre si sospechan que este servicio aloja música con derechos de autor?
Reconozco que es un caso extremos y descontextualizado, pero que entra dentro de lo posible. El problema es cómo recuperar nuestros archivos que tenemos en la nube. El reciente cierre de MegaUpload ha dejado indefensos a sus usuarios sin poder recuperar sus archivos. No era un servicio que utilizaran muchas empresas, aunque alguna he visto que utiliza este tipo de servicios para facilitar una forma de descarga de grandes archivos a sus clientes.
Sembrando la desconfianza
El problema está en las propias empresas. Si ya les costaba soltar el control de sus datos, ahora que han visto el cierre fulminante o que tras la entrada en vigor de la Ley Sinde-Wert se cerrará un servicio en menos de dos días sin mucha capacidad de maniobras aumentan las dudas.
Pero también va más allá. Si algo tenemos pendiente en la nube es la reputación de los servicios en la nube. La mayoría de los negocios tienen poco tiempo de recorrido y muchos pueden cerrar, desaparecer, mutar en su propósito, etc. El caso es que es muy importante informarnos del tipo de servicio que hemos elegido.
Pero no lo podemos controlar todo. En definitiva no dependerá de los archivos que suba nuestra empresa, sino de los que suban el resto de usuarios. Volviendo al ejemplo de Dropbox, si al final la gente comienza a utilizarla para compartir archivos de música con derechos de autor y compartirlos de forma pública, aunque nuestra empresa las esté utilizando para realizar sus copias de seguridad, haya contratado más espacio, etc. el servicio se cerraría igual.
Está claro que esta cuestión tiene más que ver con el almacenamiento de archivos en la nube, que con aplicaciones que se desarrollan con este modelo de negocio. Una aplicación de facturación online no tendría nada que temer de esta legislación, y lo mismo podríamos decir del resto de aplicaciones.
Aún así creo que esta legislación que pretende proteger la propiedad intelectual no hace otra cosa que sembrar dudas sobre los modelos de negocio que se desarrollan en Internet y sin duda retrasará la apuesta de la empresa por este modelo de negocio.
Quizás casos como el fallo de Amazon el año pasado que dejó sin servicio a miles de webs durante gran tiempo haga más daño al SaaS que el caso MegaUpload, pero lo cierto es que la visibilidad de este último ha sido enorme y el ruido que se ha organizado en torno al mismo tan grande que hace a muchos plantearse el salto a la nube.
Fuente:
http://www.tecnologiapyme.com/