Título original: Bone I
Tipo de obra: Cómic, fantástica
Tomos: 55 números en su edición original recopilados en 9 tomos en España por la editorial Astiberri (publicados 5/9)
Nuestra edición: Astiberri ediciones, 2006
Valoración: 5 sobre 5
Los Bone se caracterizan por ser blancos, calvos y tener prominentes narices. Por unos asuntillos algo turbios, tres representantes de esta raza son expulsados de su ciudad: Phoncible P. “Phoney” Bone, ávaro, ambicioso y corruptible; Smiley Bone, tontorrón, inocente y optimista; y Fone Bone, un tipo normal al que las aventuras le vienen un poco grandes. Al cruzar un desierto se separan por el ataque de unas langostas y tras vivir aventuras en un desierto, en una montaña helada y conocer a las mostrorratas, se reúnen de nuevo en la villa de Barrelhaven. Allí conocen a una chicha llamada Thorn, de la que se enamora Fone Bone, a su misteriosa abuela y a muchos otros humanos y criaturas. Y casi sin pretenderlo los tres primos se verán envueltos en una heroica aventura por defender el valle de la amenaza del inquietante Señor de las Langostas.
Bone me parece una obra maestra y un clásico contemporáneo del cómic, una obra que partiendo de muy distintas fuentes e influencias consigue crear algo único y original. Jeff Smith arma un universo donde la magia, la aventura, la fantasía y el humor se juntan y mezclan y no pueden disociarse. Se trata de un cóctel de El señor de los anillos, los dibujos de la Warner, Carl Banks, el Pogo de Wart Kelly, las tiras cómicas de los periódicos y, por último, el sentido del gag de los maestros del cine mudo, porque dejando a un lado las influencias literarias o visuales, en Bone existe una concepción cinematográfica de la narración y, sobre todo, del gag visual. Pero si la obra que nos ocupa sólo fuera un pastiche de referencias, no hablaríamos de ella. Jeff Smith conjuga todo esto y le añade su inteligencia como narrador y dibujante para crear algo único. Bone se erige como la historia de tres héroes involuntarios en un mundo de fantasía, como si de repente Jack Lemmon, Walter Matthau y Donald O’Connor se perdieran en el mundo de El señor de los anillos y fueran ellos tres con sus caracteres los encargados de ir a Mordor. El contraste entre tipos comunes y dragones es lo que hace que la historia adquiera el tono mágico y personal que tiene. Esto y la sabiduría de Jeff Smith como dibujante. Estamos ante un ejemplo maravilloso del arte de saber narrar en cómic, donde cada viñeta está estudiada y es la adecuada para el desarrollo de la acción. Además, elipses, zooms, travellings, etc. se dan cita en el cómic, invadido por la terminología cinematográfica que le sirve para narrar sin necesidad de flashbacks o nubes de pensamiento y para el gag visual. Y los personajes: cada uno con una personalidad variada y rica en sorpresas y matices, configurados por medio del diálogo y la acción. Entre todos ellos sobresalen los tres primos Bone (de rasgos simples cercanos a la caricatura en un mundo detallista y abrumador) y esas dos estúpidas, estúpidas mostrorratas que se devienen en los villanos carismáticos y que no son más que un reflejo peludo de aquellos inmortales Lauren y Hardy. Y todo esto y muchas cosas más al servicio de una historia larga, compleja, dinámica, ágil y muy divertida.
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Bone es una cita imprescindible para todo aquel aficionado al cómic (o no) que disfrute con el arte de narrar. Una obra redonda y perfecta con momentos de verdadera antología, un cómic repleto de acción y aventura que se lee con una sonrisa y un par de carcajadas. En definitiva, una historia para emocionarse y disfrutar.