Dicen que los furnáridos no fueron agraciados al momento del reparto de colores y de voces, dicha carencia fue compensada con una paciencia especial a la hora de tener que soportar al homo sapiens cuando este último intenta acercarse a el para fotografiarlo.
Luego de fotografiar a este Leñatero junto a una Monjita gris en Cambyretá seguí acercándome hacia el alambrado hasta la distancia mínima de enfoque de mi sigma, 3 metros en 500 milímetros pero no cerré mucho la composición para poder mostrar una muy reducida profundidad de campo con el fondo; escena y paisaje que disfruto mucho a la hora de fotografiar aves, de paso pude experimentar dos balances de blancos distintos y cambiar la composición teniendo en cuenta la dirección hacia donde miraba el Leñatero.