Feroz pasa este tiempo, tiempo que nos mantiene a una distancia prudente, tiempo que debemos usar a nuestro favor para cuando todo esto pase. No todos comprenden el significado de este tiempo. Desaprovechan el mismo en cosas banales que no hacen mas que generar mas vacío en su interior. Otros comprenden que es momento de introspección, de hacer una revisión de aquellas cuestiones que descuidamos en este tiempo y ponernos a trabajar de forma consciente en aquello. Cada día es una enseñanza nueva, es sacar a la luz eso que durmió por tanto años, ayudarlo a que cobre sentido y simplemente sea libre. Proyectamos con optimismo esos disparadores que quedaron en nuestra mente y los materializamos de alguna manera, sabemos que pronto sucederá. Sonreímos ante este deseo que no deja de crecer. Paisajes que de a poco comienzan a florecer, un cielo celeste, el sol que ilumina el camino de vuelta a casa. Ahí, entre el silencio y el aire puro nos envolvemos en un abrazo eterno, el cuerpo pierde sentido para que el alma se manifieste con todo su esplendor. Vibramos en simultaneo, sentimos como todo se vuelve uno y somos parte. Estamos hablando en un lenguaje que pocos comprenden, estamos descubriendo el poder que habita en nosotros, logrando que se manifieste de forma amorosa, expandiendo ese amor a todo lo que nos rodea. La verdad poco a poco sale a la luz, una luz que no todos están listos para recibir.