León el britano, otrora príncipe picto, es vendido como esclavo en la antigua Roma, donde causa sensación entre las mujeres por su magnífico porte y su fama como gladiador. Pero su sueño es volver a Britania. Para eso se entrena cada día, para obtener la libertad luchando en la arena.
Entonces se cruza en su camino la bella y virginal Claudia y León comprende, por primera vez, que existe algo más íntimo y sutil que el deseo físico. ¿Qué es lo que despierta en su alma esa joven patricia? ¿Cómo logrará que se fije en él, un esclavo obligado a cometer los actos más despreciables?
Pero Claudia ya se ha quedado prendada de los ojos dorados y el cuerpo de estatua de bronce de León… Sin embargo, ¿podrá ese nuevo sentimiento sobrevivir a las mentiras e intrigas de ese nido de víboras que era la Roma de Nerón?
Siempre me han gustado las historias de romanos. No en vano es una de mis épocas históricas favoritas. Creo que es una época muy rica, llena de intrigas políticas muy interesantes y que sirven para conocer la naturaleza humana. Cuando supe que Harlequín sacaba una novela ambientada en la Roma de Nerón no daba crédito. Ya cuando leí la novela “Vindicatio” ambientada en el Imperio pero en el inicio con Augusto, me costo creermelo porque no me parecía una época fácil. Si me parecía dificil la época de Augusto la época de Nerón me parecía hiper complicado, más que nada por que la época de este emperador esta llena de polémica y excesos. De Nerón se han dicho muchas cosas, aunque la mayoría diría que estaba loco por incendiar Roma no creo que estuviera más loco que Calígula. Lo que iba diciendo, que sino me pongo a divagar, una novela en la Roma de Nerón me choco pero además que fuera protagonizada por un gladiador que buscaba ser liberto y una patricia romana, eso ya me sorprendió e hizo que el libro se colara definitivamente en mi radar.
Pues bien, me hice con la novela y la devoré. Si, la devoré desde la primera página a la última. Admiro a la autora porque se ha documentado y mucho. La novela es romántica pero con altas dosis de dramatismo y de sexo. Si, esto va a unido porque la autora nos cuenta la historia de un niño esclavo de Roma que se convierte en un gladiador muy bello que además de triunfar en la arena del circo es utitlizado para satisfacer los placeres sexuales de las nobles patricias. Muchas pensarán ¿qué tiene esto de dramático?. Pues bien una cosa es prácticar sexo con la persona que quieres o por la que sientes atraccion y que sea practicado de mutuo acuerdo y otra muy distinta que no tengas libertad para negarte. El protagonista es un esclavo que no tiene la posiblidad de negarse a lo que su amo o lanista le diga y que es vendido a las nobleas patricias para llenar las arcas de su amo. Creo que esto de por sí ya es bastante triste y será algo por lo que las lectoras congenirarán con el protagonista.
León, el britano es un esclavo que es un príncipe en su tierra. Es un hombre bello, hermoso, con el corazón herido, frío y sin ningún tipo de apego por nadie. No sabe lo que es el amor, no sabe lo que es sentir amor por nadie, no sabe lo que es que le acaricien con ternura y cariño. Para él el sexo es algo horrendo que se ve obligado a hacer no una forma de demostrar su afecto, amor y cariño por la otra persona. Los romanos hicieron muchas cosas bien pero no la esclavitud ni el someter a un hombre hasta el punto de hacerle perder su identidad. León, no ha olvidado quien és, sólo lo tiene bien enterrado. Sin embargo, una joven se cruzara en su camino. Esa joven despertara el corazón durmiente de nuestro gladiador y le dará esperanza.
Claudia es una joven patricia bien educada, bella, tímida, tierna, cariñosa. Posee una gran belleza, de modo que sus padres para evitar males mayores con Nerón deciden enviarla a Britania y comprometerla con un soldado romano. Claudia esta muy apega a sus padres, es leal, fiel, y no quiere marcharse. Sin embargo, al cruzarse con el hombre que cree que es su prometido cambia de opinión. Se siente atraída por él, al mirarle a los ojos ve a un hombre fiel, leal, que puede cuidar de ella y darle lo que necesita.
La novela no es sólo trágica por la vida que se ve obligado a llevar León sino por su historia de amor con Claudia. Todo empezará con una confusión que les llevará a enamorarse irremediablemente. El amor entre ambos es intenso, pasional, lleno también de ternura y lo más puro que León ha tenido en su vida. León luchará por él con uñas y dientes y Claudia tendrá que enfrentarse a muchas cosas para estar con su amado, entre ellas tendrá que enfrentarse a ella misma y a lo que le han enseñado. Es cierto, que en la novela hay otros personajes pero no tienen ni por asomo la importancia que tienen los protagonistas. León y Claudia copan la novela, te hacen seguir leyendo, te haran llorar, reir, desear saber si finalmente ambos tendrán final feliz.
Lo que hace especial esta novela es que nos cuenta la historia de amor de dos personas con un corazón puro pero de origenes bien diferentes y que ni siquiera deberían haberse conocido. La pureza que hay entre Claudia y León es indescriptible. Si, pureza, porque la autora nos muestra que entre tanta suciedad en la sociedad romana, entre tanta convención social puede nacer algo tan limpio como el amor. Poco más puedo decir de esta novela, salvo que he acabado encantada con ella.