Metáforas Negras
Yo no seré poesía ni viento tempestuoso. No seré poeta porque esa es la máxima mentira del idioma. Mis vestidos serán los mismos de siempre. Mi cama será mi sepultura. Las flores crecerán tras mi desidia. El amor se irá, como tantas otras veces de mi vida...No pretendo ser poeta. Qué mierda haría tratando de ser otros. Enfrascada en círculos herméticos. Gritando por estandartes que nunca fueron míos. Sentada en un trono que no me interesa. Preocupándome por tener un sitio en la mente ajena... Cuando ni yo misma recuerdo, claramente, mis promesas. No pretendo ser alguien cuando he bebido Sidra con la Muerte. Yo vengo desde el fondo del pecado… No podría vivir en los libros de Historia, ni en las antologías poéticas, ni en las clases de Castellano. Nadie creería en mí. Sería un espectro hecho mal por otras manos. Una voz que nunca fue, realmente, mía. Sería lo que todos quisieron ver: Una leyenda comprensible en falsedad de los humanos. No podría vivir en un doctorado ridículo de algún famoso literato. Me daría risa tener que alimentar la pobre mente de los idiotas. Me revolcaría en mi tumba al ver cómo pierden el tiempo descifrando mis palabras... Yo no seré poesía. Ni poeta. Prefiero vivir en la mente de los locos. En el delirio de los insomnes. En el corazón de los bipolares. En cada persona del esquizofrénico. En la mirada sincera del autista. Convertida en viento. Convertida en árbol. Pero ¡No! Señores… No seré poeta. No me alcanza el tiempo ni las ganas para vivir rodeada de mi misma lengua. Para levantarme, temprano, en las mañanas y ver este reflejo cruel en los rincones de mi casa. No tengo tiempo... No me quedan ganas... Me basta conmigo misma como para escucharme en otras voces, mal recitada en otras camas. No tengo tiempo… Y no tengo ganas. Bastante he vivido con mis huesos como para ser tema de tertulias en salones de esmeralda. No señores. Yo no tengo ganas. Dejen a esta ilusa contar hormigas por las tardes. Los duendes recogerán todo despojo, ellos se encargarán de mi cadáver. No quiero ser la carga de los vivos. No quiero ser molestia para nadie. Déjenme contar hormigas. Seré feliz intoxicándome de cifras… Y no traten de decir que soy poeta, el viento siempre trae mis verdades. Prefiero ser maldita o cualquier apelativo conveniente; pero no me entreguen galas que no quiero. Maldición. Confusión. Crucifixión. Maldición seré para todo aquel que me recuerde, se llenarán de mariposas blancas sus mañanas. Sonreirán como idiotas creyendo en la fidelidad de mis palabras. Soñarán conmigo... me verán con alas, con el encanto de un vampiro, con la profundidad de mi voz susurrando conjuros malhadados. Seré la brisa de suspiros y de encantos. Seré cualquier cosa que deseen. Menos poesía en otros labios. ***
Caminar He pintado Escribo hasta hacer sangrar mis manos He amado Cocino como si hoy fuese el último alimento He bailado Actuado recitado e incluso blasfemado He ensayado con músicos Mis letras están brotando he fotografiado mi rostro sin una gota de maquillaje y con máscaras perfectas en todos los retratos me he desconocido He cantado cuando nadie me escucha he grabado mi voz en tardes azules he coleccionado mariposas y vestidos anillos, llaveros, piedras y cuchillos he hablado con gitanos he pasado hambre he sentido frío he viajado lejos he vuelto a mi nido tuve amigos borrachos enemigos honestos tuve dinero a montones y los bolsillos vacíos algunas veces me engañaron otras morí en una esquina aturdida por el frío algunas veces engañé para encontrar el olvido he bebido absintha también natre, llantén, sangre de drago y mate He mordido unos labios he rezado en silencio me he ocultado en iglesias he querido ser canción y me han llevado al infierno
