Estudié en un colegio de Salesianos, donde me hice disparatadamente ateo y definitivamente rojo, esto no quita que tenga muy buenos recuerdos de algunos curas, especialmente de uno llamado Don Ernesto, no he conocido persona más bondadosa. Pero bueno, eso nos pasó a muchos. Y comprendo que cada uno es libre de pensar lo que quiera. Admiro a cierto grupos de personas de la Iglesia católica que hacen un servicio social en España, como Caritas, o en el extranjero a través de las misiones en África o Sudamérica, y que llegan a donde no llegan otros que se dan golpes de pecho en aras de la Solidaridad. Pero por mucho que le doy vueltas a mi pequeña inteligencia no soy capaz de entender que todavía la gente siga pensando en idolatrías, en muñecos que se abrazan, en cantos religiosos, en becerros de oro, ¡en milagros! Y viene esto a colación del temita de la beatificación de un señor malagueño llamado Leopoldo Marquez, al parecer muy bueno, yo no lo dudo, que todavía hoy en siglo XXI la gente dice que se cura con pensar en él; pero bueno... hasta ahí uno puede comprenderlo, al fin y al cabo todo queda en el ámbito de lo privado, es eso, privado, reservado, pero claro cuando el espectáculo se realiza en una Base Militar (¿Ministra Chacón?) y cuesta un millón y medio de euros la organización, empiezan a sonar campanitas. Y leo además que los organizadores del tema aprovecharon el acto para hacer al estilo más fascista una reinterpretación selectiva de la historia de la Guerra Civil, parece como si no les bastó con cuarenta años de nacionalcatolicismo como para volverla a emprender contra los rojos masones y ateos de esta sociedad perdida, vendida al Diablo,... En fin, y allí presentes cargos públicos como el Alcalde del PP pero también concejales "nuestros", delegados de la Junta y demás políticos que llevan en su cartera el mismo carné del PSOE que yo ¿...? La verdad es que no me quedan palabras y empiezo a creer que el Gobierno actual ha perdido el fuelle combativo que en su día ejerció contra la Curia de capillitas que pueblan nuestro país, ha dado la batalla por perdida, se limita a liquidar el chiringuito y como apuntó en su blog hace poco mi amigo y diputado del PSOE (Izquierda Socialista) José Antonio Pérez Tapias, incluso se ha abandonado hasta la propia Ley de Libertad Religiosa: "No puede ser que mientras nosotros dudamos, la derecha siga instrumentalizando y manipulando la religión en beneficio propio y en detrimento de la democracia que en España nos merecemos". Creo que, como siempre, las medias tintas en las políticas y la tibieza solo lleva al enfriamiento de nuestro electorado y a confundir las cosas y a entregarle las llaves de la casa al otro fraile llamado Mariano. Pobre Izquierda. Amen.