No sé si lo hace porque quiere llamar la atención o simplemente porque quiere plantarle cara al resto del mundo para decir: "Aquí estoy yo y pienso hacer lo que me de la gana".
Ya no es cuestión de entrar a valorar el modelo en sí, el cual creo que estuvo muy poco acertado, llegando a estar cada vez más convencida de que el asesor de imagen de nuestra querida Letizia es un republicano acérrimo que sólo busca acabar con la monarquía.
Si hace años hubiera escogido ese pantalón gris de pata de elefante y ese horrible chal, posiblemente no me hubiera llevado las manos a la cabeza, pues pensaría que la pobrecita aún tiene mucho que aprender.
Sin embargo, a pesar de que muchos piensen que esta indumentaria tan sólo se trata de un pequeño error de la princesa, lo cierto es que detrás de esta elección se esconde una mujer muy peligrosa, capaz de arrasar con años de trabajo con tal de hacerse notar y convertirse en la protagonista de todo.
No sólo se saltó a la torera el protocolo, el cual indica claramente que las mujeres deben acudir de corto, sino que además escogió un modelo que no le favorecía nada, aunque debemos reconocer que cada vez es más complicado que a esta chica le pueda favorecer algo.
Carece de estilo, de elegancia y por ello debería dejarse aconsejara para intentar explotar su imagen lo más posible con diseños y colores mucho más favorecedores.
No sé si tal vez quería transmitir austeridad, pero no creo que ese día fuera el más apropiado para hacerlo pues se trataba de la Fiesta Nacional.
Lo siento, pero he de reconocer que Letizia como princesa es lo mismo que un elefante en una cacharería.
¡Cambia de asesor de imagen por favor!! Por el bien de todos los españoles...