Letras desperdigadas de Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky.

La sensación que tuve cuando Sam le dijo a Patrick que encontrase una emisora de radio. Y él seguía encontrando anuncios. Y anuncios. Y una canción malísima sobre el amor que tenía la palabra "baby". Y luego más anuncios. Y al final encontró esa canción tan alucinante sobre un chico, y todos nos quedamos callados.
Sam daba golpecitos con los dedos en el volante. Patrick sacó la mano fuera del coche e hizo olas en el aire. Y yo simplemente estaba sentado entre ellos. Cuando la canción terminó, dije algo. "Me siento infinito".
Y Sam y Patrick me miraron como si hubiese dicho lo mejor que jamás hubiesen escuchado. Porque la canción era maravillosa y porque todos le habíamos prestado atención. Cinco minutos de una vida se habían gastado de verdad, y nos sentíamos jóvenes en el buen sentido. Desde entonces he comprado el single, y os diría cuál es, pero en realidad, no es lo mismo si no estás conduciendo hacia tu primera fiesta de verdad, y empieza a llover cuando estás sentado en el asiento de en medio de una furgoneta con dos buenas personas.Si quieres seguir leyendo, visita Librohólic@s. :)