No hacen falta potentes imanes ni tampoco superconductores para poder dejar boquiabiertos a tus amigos. Tampoco hacen falta los caros imanes de neodimio. En realidad, con los imanes más baratos, los de ferrita (los imanes que se cuelgan en la nevera son también de este óxido de hierro), se puede conseguir la levitación magnética.
La peonza que veis en el vídeo se aprovecha de otro fenómeno más: la conservación del momento angular. Es lo que se conoce como efecto giroscopio. Esto unido a las fuerzas magnéticas que contrarrestan el peso, ya tenemos una peonza levitando. ¿No es una pasada?