Bodega: Leyenda del Páramo
DO: Tierra de León
Variedad: 100% Prieto Picudo
Graduación: 13,5%
Precio: alrededor de 8 euros
Valdevimbre, en la provincia de León, está vinculado al vino desde tiempos inmemoriales. Aprovechando la orografía, sus habitantes excavaban cuevas en las colinas, donde la temperatura era fresca pero constante, ideales para conservación del vino y otros alimentos, de forma natural. Muchas de esas cuevas se han convertido en atracción turística, o en restaurantes donde se acercan los habitantes de la capital leonesa, distante apenas unos kilómetros, a disfrutar de un buen cordero asado, y un vino de la zona. Incluso, Valdevimbre tiene un pequeño centro de interpretación dedicado a la tradición vinícola, con utensilios antiguos y mucha información interesante. Merece la pena acercarse, dando un paseo después de comer, y disfrutarlo, la cultura del vino nunca ocupa lugar!
Cuevas restaurante
Centro de Interpretación del Vino
Pues bien, en este entorno, situado en medio de los llanos leoneses, hace ya 6 años que siete socios decidieron fundar una bodega, Leyenda del Páramo, para elaborar vinos a partir de una variedad autóctona de la zona sur de León, Prieto Picudo, una uva llamada a desaparecer.
Los viñedos se sitúan en el tramo norte de la cuenca del río Duero, en un paisaje denominado El Páramo. Es un terreno llano, pobre y pedregoso, con cantos rodados procedentes de las terrazas de los ríos Esla y Bernesga. A una altitud cercana a los 900 metros sobre el nivel del mar, su clima se ve afectado por los fríos vientos procedentes del Norte, de los Picos de Europa, que soplan de manera constante durante todo el año. Nosotros estuvimos en verano, y tuvimos ocasión de comprobarlo. Esto hace que se produzcan oscilaciones térmicas de hasta 20 grados diarios.
De estos viñedos, de cepas de más de 35 años, la bodega elabora su vino El Aprendiz, del que trata nuestro post. La uva utilizada es 50% propia, y 50% adquirida a propietarios de la zona, a los que se controla la calidad y métodos utilizados. Las viñas se conducen en espaldera, que facilita la exposición solar y la ventilación de los racimos. La vendimia se realiza de forma manual, seleccionando los granos a la entrada de la bodega, y macerándolos en frío durante 8 h. Una vez fermentados, el vino realiza una crianza de 3 meses en barricas de roble, francés y americano, que redondea las propiedades de la variedad.
El resultado es un vino de color granate, intenso, reflejo de su juventud, muy limpio y brillante. En nariz, notas herbáceas, balsámicas (mentol), y un punto especiadas (anís estrellado, pimienta blanca), fruta roja, fresca e intensa. En boca, un vino muy fresco, afrutado, con buena acidez, persistente.
Es un vino diferente, sorprendente, que ayuda a iniciarse en la variedad, no muy conocida, y convertirnos en “aprendices” para saber más!