Leyendo el Juego: Ser de River

Hoy, 26 de junio, es un día especial para el hincha de River. Se cumplen 16 años de su segunda y hasta ahora última Copa Libertadores, pero además se conmemora el primer aniversario del que tal vez sea el día más triste en la historia del club. Hace 366 días, Belgrano lo derrotaba por un marcador global de 3-1 en la Promoción y lo obligaba a jugar por primera vez en la B Nacional. El sábado pasado, con el triunfo 2-0 ante Almirante Brown, recuperó su lugar en la elite del fútbol argentino, pero las heridas por el descenso seguirán seguramente abiertas por mucho tiempo más.

Uno de los que mejor intepretó el sentimiento de la tribuna fue el periodista Andrés Burgo. ¿Por qué? Porque formó parte de la misma. Durante la última temporada millonaria en la A, decidió ir a todos los partidos, tanto de local como de visitante, para seguir más de cerca los momentos más duros de la institución. Todas esas experiencias están relatadas en “Ser de River, en las buenas y en las malas”, una obra más que interesante para el futbolero en general, pero definitivamente imperdible para el fanático millonario.

 Además de seguir la campaña, el autor explica con lujo de detalles el descalabro institucional que empujó al club de Nuñez a sufrir primero con los promedios, y finalmente a ser relegado. Con nombres, cargos y responsabilidades, desmenuza el desastre financiero y deportivo del equipo de sus amores, y cómo esto llevó inevitablemente a la situación por todos conocida.

 Seguramente se le pondrán los pelos de punta a más de uno, y habrá algún otro que no podrá contener las lágrimas, al repasar uno por uno los refuerzos que llegaron a vestir la banda roja durante los últimos años, esa misma casaca que alguna vez engalanaron Angel Labruna, Norberto Alonso y Enzo Francescoli, entre otros.

Mientras tanto, Burgo recuerda los obstáculos que tuvo que superar para cumplir con su cometido de asistir a (casi) todos los encuentros, alternativas con las que probablemente más de un simpatizante se sentirá identificado. Confiesa además que nunca imaginó tener que escribir un relato del descenso, y que cuando el destino ya estaba marcado hasta pensó en abandonar el proyecto.

El libro se cierra, irónicamente, con un comienzo. El inicio del derrotero de River en la B, allá por agosto 2011 con el enfrentamiento ante Chacarita. Esa novela tuvo final feliz para el millonario, que volverá a Primera a partir del próximo torneo. Tal vez ahora que el ascenso ya está consumado ya no tenga el mismo significado la lectura de estas páginas, pero sigue siendo necesaria para que el hincha entienda lo que pasó y colabore desde su lugar para que no vuelva a ocurrir.

Una pregunta queda flotando en el aire: ¿habrá ido Andrés a ver todos los partidos del Nacional? ¿Habrá una secuela de Ser de River? Ojalá que sí…