Estimados señores lectores: Se ha estado hablando mucho en los últimos días de la terrible reforma fiscal de Marrano Rajoy en España. “¡No faltes al respeto, Alfredo!” Lo siento, pero le llamo marrano, porque ese señor se ha cargado nuestra democracia y constitución. Contra los que pisotean al pueblo de forma tan descarada no merecen respeto alguno. El respeto hay que ganárselo y Rajoy no se lo ha ganado. Al contrario, Rajoy no merece ningún respeto, porque carece de credibilidad.
Ahora los líderes occidentales no han parado de pedir “sacrificio compartido” a las masas. Pero cuando lo piden, excluyen a gente como yo. Por si acaso, llamé a unos amigos míos que son incluso muchísimo más ricos que yo, porque son multibillonarios (y yo no aspiro a serlo, por cierto) y me dijeron lo mismo: Alfredo, a nosotros también nos han excluido de ese supuesto sacrificio que le piden a los que menos tienen.
Yo no puedo continuar ignorando los hechos por egoísmo mezquino y miopía política. Se me acusa constantemente de “ignorar a los pobres”, de que “no me interesa” los problemas de las clases bajas. Lo siento. Lo siento si he dado esa impresión. Por favor quítense esa idea de la cabeza. Mi principal preocupación, de hecho, es la pobreza y cómo ayudar a que la gente salga de la misma. Sé que los pobres y los hijos de las clases medias sacrifican muchísimo por los que tenemos más, pelean por nosotros en Afganistán, en Irak, entre otros países y sus familias pasan hambre a veces. Lo siento si he sido un fracaso en mis ideas para vosotros y vuestros intereses. Disculpad si ha habido un problema de comunicación. Yo soy consciente de que los que más tenemos poco hacemos para ganarlo. Sé que disfrutamos de más beneficios fiscales que vosotros. Es realmente obsceno. Algunos ganan miles de millones pero gracias a códigos fiscales totalmente fabricados a favor de los más pudientes, esos ingresos se consideran un tipo de interés y en países como EEUU, no tributan más que entre un 15% y 17%. Otros son dueños de acciones durante diez minutos y el 60% de sus ganancias tributan al 15%, como si fueran inversores a largo plazo.
Mis amigos multibillonarios me pueden comprar otra casa a precio de subasta mientras que vuestros hijos se ven obligados a compartir pisos de mala muerte en Nueva York, con cucarachas. El código fiscal en España y EEUU, entre otros sitios nos protege como si “fuesemos aves en peligro de extinción” (palabras del multibillonario Warren Buffet, por cierto, no de Gandhi ni de ningún “peligroso rojo”. Qué bueno es tener amigos poderosos.
Warren Buffet pagó, en el año 2012, $6.938.744 en impuestos. Parece mucho dinero, pero no lo es – es tan solo un 17% de sus ingresos y es un porcentaje MÁS BAJO de lo que paga mucha gente en su oficina. Algunos en su oficina pagaron entre el 33% y el 41%, con una media del 36%. Todo esto, según el propio Buffet.
Si ganas dinero con dinero, pagas menos impuestos que si ganas dinero por tu trabajo, y, de hecho, bastante más pagarás.
Para entender el “por qué” de esta situación, solo necesitas analizar las fuentes de los ingresos al estado. El año pasado (hablo del caso useño pero en España estoy seguro que es casi igual o incluso peor), el 80% de esos ingresos venian del IRPF. Los “hiper ricos” pagan un IRPF del 15% sobre sus ingresos pero no pagan nada en impuestos sobre la renta, o más específico, sobre sus ingresos de “sueldos”.
En los años 80 y 90, la época “dorada” del reaganismo y thatcherismo, los impuestos para “los super ricos” eran muchísimo más altos. En consecuencia, los “libegales” (que no liberales) dicen que “los “super ricos” pusieron el grito en el cielo y se negaron a invertir por esos impuestos elevados.” FALSO, FALSO, FALSO.
No se frenaron las inversiones en los 80 y los 90. Incluso, en los años 70, cuando los impuestos sobre las ganancias del capital ascendian al 40% en EEUU los “ricos” dejaron de invertir. Ningún inversor en su sano juicio deja de invertir porque los “impuestos son altos”. De ser así, habría colas de empresarios emigrando de Nueva York a Texas. No es el caso. Lo cierto es que siempre invertirán en NUEVA YORK, a pesar de sus altísimos impuestos. La gente invierte para ganar dinero, no para pagar “menos impuestos”. Y para los que dicen que “más impuestos” generan “menos empleo”, les recuerdo que entre 1980 y 2000, la economía estadounidense agregó más de 40 millones de empleos a la economía. ¿Qué fue lo que pasó desde las bajadas de impuestos de Bush II? Menos impuestos, muchísimos menos empleos generados. ¡¡Son datos!! Cualquiera puede comprobarlos.
Los “mega ricos” no son “malvados” ni “terribles egoístas”. La mayoría, así lo demuestran las encuestas, están dispuestos a pagar más impuestos o aportar más a las organizaciones dedicadas a todo tipo de filantropía. Se sienten totalmente implicados con lo que ocurre y la creciente pobreza. No se sienten cómodos viendo a la gente sufrir.
¿Y los liberales? Desde hace ya demasiado tiempo se nos ha asociado con ser “defensores de los ricos”. No creo que esa caracterización sea compatible con el liberalismo y la igualdad que defendemos para que la gente tenga más oportunidades. Tomemos nota y dejémonos de tanta tontería.