Hace unos días que vengo pensando. El domingo fue como que la primera vez hice un poco de "click" (si es que ese "click" se puede hacer en etapas) pero ayer lunes terminé de darme cuenta.
Siempre estoy leyendo de mamás que cuentan que siempre las critican por el colecho, por el porteo y la lactancia y luego les dicen "ay, pero que niño tan independiente tienes!" (nosotras sabemos por qué, je). Pero nunca lo miraba en mi hijo.
Creo que alguna vez he contado, mi niño es un "tornado". Inquieto, veloz, corre y se trepa a todo. Mi casa está acondicionada para él (lo está desde que empezó a caminar) pero otros lugares, no. La cuestión es que siempre que vamos a cualquier lugar, él sale corriendo para acá y para allá, y yo tengo que andar detrás de él porque sino se me desaparece, además, se trepa a lo que encuentre (y él aún no registra el peligro) o puede romper algo en casa ajena (las veces que salgo corriendo porque está a punto de tirar algo de vidrio, por ej). Ahora bien, cuando vamos a espacios abiertos (plazas, parques) corre y corre y se va lejos, que tengo que mirarlo atenta y a veces salir corriendo detrás de él porque se va acercando a la calle. Entonces el otro día me puse a pensar "¿será esto en realidad porque es independiente, porque se siente seguro, como cuentan otras mamás?". Me costó llegar a este pensamiento, porque en realidad mi entorno más cercano me critica porque dicen que él es así porque sabe que yo estoy detrás de él, pero, ¿es así? Siempre me critican porque aún colecho, porque le hago upa todo lo que me pide, pero nunca me dicen "pero que independiente que es, sale corriendo y explorando (porque en realidad eso es lo que hace en todo lugar nuevo), sin miedo".
Ayer, salimos de paseo con mis padres y hermanos (y la esposa de uno de éstos y sus niños) por las sierras de Córdoba (más abajo pondré fotos). Fuimos a comer primero y luego fuimos al río. Las que conocen, saben que los ríos no son simples, sobre todo para niños pequeños, al tener corriente. Por suerte, el lugar al que fuimos, tenía playa de arena y el río era poco profundo en gran parte y sólo una parte era un poco más profunda (a mí me llegaba arriba de las rodillas y a Nico por la panza más o menos) y tenía bastante corriente. Apenas llegamos, mi niño quería salir corriendo y copiarle a un primo de seis años, que corría por la parte baja en contra de la corriente, y se largaba flotando por la parte profunda. Obvio, mi hijo tiene dos años, no puede correr solo por el río, en contra de la corriente, y luego largarse flotando solo por la parte profunda dejándose llevar por la corriente. El quería hacer eso, pero yo no se lo podía permitir, pero sí estuve a su lado todo el tiempo, corriendo de la mano junto a él, y llevándolo "nadando" (yo lo sostenía y él pataleaba). Luego, cuando quiso probar otra cosa, quería irse hasta el vado (que quedaba a 150 metros aprox) por donde pasaban los autos. Fuimos caminando pero había una cinta de peligro (él en realidad quería escalar al vado donde pasaban los autos) pero por supuesto, hasta ahí llegamos, previa explicación mía. Volvimos a donde estaban todos, y luego otra vez el mismo paseo. Estuvimos horas yendo y viniendo por el río, por la arena, corriendo en contra corriente del río, hasta que (aprovechando que había reducido la velocidad, lo cual significaba que se estaba cansando) le enseñé a jugar con la arena, y se entretuvo el último rato así.
Todo esto me llevó a pensar, que en realidad, él es así porque se siente libre y seguro. Se siente libre para explorar, porque no le corto "las alas" ni "las piernas" retándolo y reprimiéndolo, mientras él esté seguro, le permito explorar (me encanta que lo haga), y se siente seguro porque sabe que mamá siempre está. Y todo esto, a pesar del colecho y de todo el upa que le hago. ¿Me explico por dónde va mi conclusión?
Para mí es muy importante verlo así, porque vivo siendo criticada, sobre todo por mi entorno más cercano. Está bien, vengo de una crianza muy diferente, así que de algún modo soy una "transgresora", o una "pionera", todo según el cristal que se mire.
Entonces, saber que mi hijo siente libertad y seguridad, para mí es lo más grandioso. Porque como muchas madres todo el tiempo me pregunto si voy bien o no, y soy tan criticada que a veces dudo. En esos momentos, ya saben, recurro a mi tribu virtual, que me dice entre líneas "tranquila, no estás tan loca", pero mirarlo a mi hijo de esta manera también me da una respuesta gigante. Amo a mi hijo, amo respetar sus tiempos, su ser. Es probable que cometa errores, pero quiero que pueda ser él mismo sin miedos, y al menos no vamos tan mal :)
Bueno, pongo algunas fotos, entenderán que no pude sacar fotos cuando corría con Nico por el río ;)