Libia se ha cansado de acoger con los brazos abiertos a todos los inmigrantes procedentes del norte de África y de Oriente Próximo. El país africano ha dicho basta y no volverá a poner buenas caras a nadie… Y el primer paso ha sido notificar la expulsión del país al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR). Este organismo de la ONU presta ayuda humanitaria y apoyo legal a miles de inmigrantes que llegan hasta este país para hacer una pequeña parada antes de embarcarse en alguna embarcación rumbo a Europa. Esta decisión deja en total desamparo a más de 12.000 inmigrantes que han visto cómo Libia les arrebataba su única forma de subsistencia durante la estancia, que podría prolongarse a meses, en el país africano.
Libia ha tomado esta decisión cansada de la política de deportación de Italia y Malta. Estos dos países europeos expulsan, sistemáticamente, a todos los inmigrantes ilegales que entran en sus países a Libia. La situación se agrava en este caso porque Libia nunca llegó a firmar la convención de 1951 sobre los refugiados y por tanto no tiene un sistema interno de asilo por lo que ha sido ACNUR la que se ha encargado de ayudar a todos los inmigrantes y refugiados que se instalaban en el país… Ahora, todos están solos y sin ayuda.
ACNUR gestionaba un total de 15 centros de detención dentro de Libia donde prestaba ayuda a los inmigrantes que eran deportados de Malta o Italia. Esta organización de Naciones Unidas operaba en el país desde comienzos de 1991 y, actualmente, contaba con un equipo formado por 26 personas. Todos, sin excepción, serán expulsados del país. "Esta decisión dejará un enorme vacío para los miles de refugiados que ya están ahí y, naturalmente, para todos aquellos que siguen llegando en un flujo que es constante", ha dicho la portavoz de ACNUR, Melissa Fleming. Libia comunicó a la agencia su decisión la semana pasada, pero no dio explicaciones ni fecha límite para la salida, ha explicado la portavoz.
La situación viene forzada por la feroz campaña de expulsión y deportación que ha puesto en marcha el ejecutivo de Berlusconi quienes comenzaron a rebotar a Libia todas las barcazas de inmigrantes interceptadas en aguas italianas. "Todos los Gobiernos europeos que consideran usar Libia como un lugar donde puede ser acogida la gente que huye de guerras y persecuciones deberían revisar cuidadosamente su política", ha dicho Fleming, en una clara referencia a las políticas del Gobierno de Berlusconi.
La gota que colmó la paciencia de las autoridades libias se produjo el pasado domingo cuando un bote con 20 inmigrantes ilegales se encontraba a la deriva- y en peligro de hundirse- cerca de las costas de Malta e Italia, a pesar de esto nadie fue capaz de acudir en ayuda de los ocupantes de la barcaza. Por lo que tuvo que ser un navío libio quien tomase la decisión de remolcar la barcaza hasta territorio libio. Entre los ocupantes del bote viajaban tres mujeres y un niño de ocho años.
ACNUR tenía registrados, sólo en Libia, a unos 3.700 solicitantes de asilo y cerca de 9.000 refugiados que huyen de las guerras que salpican Oriente Medio y África (en su mayoría proceden de Palestina, Irak, Sudán, Somalia, Liberia y Etiopía). Esta agencia de la ONU proporciona cuidado sanitario, refugio, educación y formación a los refugiados así como ayuda legan sobre cómo ir desde Libia a otro país donde puedan asentarse de manera permanente.
"Han dejado muy claro que quieren que nos vayamos, así que lo estamos cumpliendo", sentenció Fleming.