Por mucho que me agobien las aglomeraciones de gente, las prisas que parece tener todo el mundo y las desmesuradas dimensiones de esa ciudad para una chica como yo que está acostumbrada a ir andando a todos lados; tengo que confesar que siempre me hace ilusión visitar Madrid.
Supongo que será un encanto innato en la mayoría de las grandes urbes, más aún si son capitales de un país, pero es algo especial que siempre he asociado a esta ciudad, y es que allí tengo la sensación de que puedo encontrarme de todo, sea lo que sea lo que esté buscando. O, a veces, sin ni siquiera buscarlo. Todo sea no perderse por el camino.
Pero esta vez iba preparada, con el Google Maps del móvil en una mano y una amiga madrileña agarrada del otro brazo. Y así me lancé a buscar uno de los sitios que más tenía ganas de ver desde que me hablaron de él: la librería Libros Libres.
Sí, este amasijo caótico de libros apilados en maltrechas estanterías que parecen estar a punto de caerse es uno de los mejores lugares en los que he estado últimamente.
El funcionamiento de esta librería es sencillo: los libros que hay allí son donaciones voluntarias de la gente e igual que llegaron gratuitamente, así se van. Tú solo tienes que rebuscar por todos sus rincones el libro que más te apetezca, pasar por el mostrador para que te lo sellen los voluntarios que trabajan allí y hacer un donativo. Listo. Un nuevo libro para tus estanterías.
Y no son libros cutres de estos que te venden en los mercadillos de segunda mano, en los que tienes que escarbar casi durante horas y rezar para que ocurra un milagro para que un libro decentemente potable caiga en tus manos. Nada de eso. Increíblemente, la mayoría de los libros que vi por ahí eran realmente buenos. Algunos en mejor estado que otros, por supuesto, pero interesantes como los que más y de casi cualquier tema. Policiaco, fantasía, romance, psicología, ciencia ficción, derecho, infantil... de todo.
Y, ¿qué joyas me llevé yo de allí?
Dos, y preciosas: Capitán de Mar y Guerra de Patrick O'Brian, y La historia interminable de Michael Ende (en una edición preciosa, por cierto, con dibujos entre las páginas y tinta de dos colores), al que tenia muchas ganas y para mi eterna vergüenza nunca había leído. Aunque me quedé con ganas de hacerme con unos cuantos más.
¿Dónde encontrarla?
Uff, vamos a ver si yo me explico mejor de cómo me lo contaron a mí y os perdéis un poco menos: la librería está en la calle Covarrubias nº38 (no el 7, que a mí me liaron), prácticamente al final de la calle. Yo fui andando desde la estación de cercanías de Recoletos, aunque el metro que queda más cerca es Alonso Martínez.
En realidad, creo que será mejor que os deje una foto:
Espero que al menos os sirva a los que tenéis curiosidad, porque de verdad que el lugar merece muuuucho la pena.
Nos leemos ^^
Ana