Hay libros que te cautivan ya con su título. Si además los acompaña una portada bonita, se vuelven irresistibles. Es el caso de El poeta que rugió a la luna y se convirtió en tigre: nada más verlo, algo nos dijo que teníamos que traerlo a Haiku. Y eso hicimos. Después lo hemos leído con el placer de descubrir a un autor “nuevo”: clásico en Japón, incluso incluido como lectura recomendada en algunos institutos y universidades, pero desconocido aquí. Sí, hay mucho por leer más allá de los maestros del siglo XX Sôseki, Tanizaki, Mishima y Kawabata.
Nakajima se dio a conocer sobre todo gracias a sus cuentos, herencia de sus viajes por Asia y de los gustos culturales de su familia. Son unos cuentos muy curiosos, leyendas griegas, persas y chinas contadas desde una perspectiva innegablemente japonesa. Se leen con la fascinación de descubrir otro mundo, seguramente un sentimiento parecido al del autor al entrar en contacto con otras culturas y costumbres. Tiende un puente entre países y épocas, acercándonos al origen de los tiempos en historias como Posesión, que habla del primer escritor, mucho antes de Homero, visto con hostilidad por sus vecinos, que lo tratan de loco por hablar de hechos y seres imaginarios.El lenguaje y su aplicación literaria es uno de los temas predilectos de Nakajima. También lo trata en La catástrofe de las letras, donde los espíritus habitan en las palabras, les dan vida, no puede existir una palabra sin que antes nazca su espíritu correspondiente… Nos lleva a preguntarnos: “¿Es la historia aquello que sucedió en el pasado, o son las letras escritas en tablas de arcilla?”. Pero el relato más bello de la colección es sin duda La luna sobre la montaña, el más conocido de todos, donde efectivamente un poeta con delirios de grandeza osa rugir a la luna, convirtiéndose así en un tigre. Poesía, mitología y filosofía se dan la mano en los ocho cuentos de esta colección.
“Anoche también subí a la cima de la montaña y rugí hacia la luna para intentar que alguien comprendiera mi sufrimiento. Sin embargo los animales se agazapan y atemorizan al escuchar mi rugido. Y las montañas, los árboles, la luna y el rocío piensan que no se trata más que de un tigre que ruge. Aunque salte hacia el cielo y me tumbe sobre la tierra en mi lamento, nadie puede entender mis sentimientos.”
Atsushi Nakajima falleció en 1942 a los 33 años, después de haber viajado por China y Corea. Llegó a publicar novelas, poesías y varios libros de relatos. De él habíamos recibido algunas traducciones independientes en antologías de la editorial Quaterni, pero El poeta que rugió a la luna, publicado por Hermida Editores y traducido por Makiko Mese y Daniel Villa Gracia, es el primer libro suyo que tenemos en castellano. Deseamos que lo sigan otros para seguir conociendo a un gran escritor.