Cambio de piso. Es lo malo de vivir de alquiler; cada cinco años debes volver a casarte, o no. Bueno, los zarpazos de la realidad.
En mi primer traslado, no tenía apenas libros. En el segundo lancé por la ventana un puñado, que se fueron volando sobre el cielo metálico de Barcelona. En el siguiente, una tercera parte de mi biblioteca acabó a pie de contáiner. En este, más de la mitad.Me temo que en el próximo traslado no voy a lanzar ningún libro.