Hoy volvemos con otro libro de la serie Libros básicos que todo arquitecto debe leer con un clásico de los 60s:
The Death and Life of Great American Cities es la obra maestra de Jane Jacobs, activista política, divulgadora científica y teórica canadiense nacida en Estados Unidos. Jacobs puso al mundo de la planeación urbana de cabeza al criticar el urbanismo hiperracional de los 50s en las ciudades norteamericanas y denunciarlas como destructoras del espacio público. Su lectura hoy en día es aún sorprendentemente actual. Su libro es tan mítico que se convirtió en el estándar contra el cual se miden todos los demás tratados de urbanismo posteriores. La voz de Jacobs es honesta, lúcida y llena de sentido común, y el libro está repleto de detalles sobre lo que le da espíritu y vida a las ciudades. Sus propuestas están salpicadas de anécdotas y vivencias de los transeúntes y habitantes de las grandes ciudades norteamericanas. Sus propuestas son sustentables, a pesar de que ese término aún no estaba en boga, hoy se le tildaría sin duda de apoyar esa tendencia, además por su apoyo a los movimientos sociales espontáneos o grassroots.
Para los que el inglés les cause problemas, hay una edición de Muerte Y Vida De Las Grandes Ciudades (Entrelineas) publicada el año pasado por el 50 aniversario de su aparición. Muy recomendable a pesar del título mutilado hasta ciudades ( por muy extrapolable que sea el estudio, el caso de las ciudades americanas es muy distinto que el de las europeas, sin duda). Traté de localizar la edición anterior en castellano, pero me parece que está descontinuada.
Nos despedimos con una cita del libro:
En sí misma, una acera urbana no es nada. Es una abstracción. Sólo tiene significado en
relación con los edificios y otros servicios anejos a ella o anejos a otras aceras próximas. Lo
mismo podríamos decir de las calles, en el sentido de que sirven para algo más que para soportar
el tráfico rodado. Las calles y sus aceras son los principales lugares públicos de una ciudad, sus
órganos más vitales. ¿Qué es lo primero que nos viene a la mente al pensar en una ciudad? Sus
calles. Cuando las calles de una ciudad ofrecen interés, la ciudad entera ofrece interés; cuando
presentan un aspecto triste, toda la ciudad parece triste.-Jane Jacobs.