Printcolor cuidó la presentación hasta el último detalle. Foto: Lucía Pastor
Lo primero que pensé al llegar a la sala del Col·legi Oficial de Disseny Gràfic de Catalunya fue que los amigos de Printcolor se habían confundido de autor. No podía ser que para presentar la novela de un escritor autoeditado hubieran preparado todo aquello: posters, bolsas y libretas personalizadas para todos los asistentes, un roll-up con la portada del libro, picoteo con gominolas incluidas, cava, ¡incluso posavasos con la imagen de la portada!, y la guinda del pastel: una botella de vino personalizada, de la bodega Con la vida a cuestas. Impresionante.
Bolsas, libretas, posavasos personalizados, cava, gominolas… Foto: Printcolor El mayor de los agradecimientos para la familia de Printcolor. Foto: Lucía Pastor Ahí me tenéis, posando con la botella de vino de la bodega ‘Con la vida a cuestas’. Foto: Núria GonzálezAsí que esta crónica tenía que empezar necesariamente con mi agradecimiento infinito a la familia de Printcolor, que, como escribía anoche en mi página de Facebook, es mucho más que una imprenta que ha decidido ampliar su actividad a la publicación y promoción de libros. Ayer me sentí muy especial, me sentí valorado y mimado hasta el último detalle. La presentación que Carles, Sara, Laura, José María, Sergio y el resto del equipo prepararon de Con la vida a cuestas fue insuperable.
Sigo con los agradecimientos. A toda la gente que me acompañó en un momento que para todo escritor es siempre especial: mi familia y amigos a los que he conocido gracias a mi aventura literaria. Me encantó reencontrarme con dos de mis “lectoras cobaya”, Núria y Rosa, y conocer en persona a Manel, padre de dos de mis alumnas, que me descubrió recientemente a través de El viaje de Pau y que, una de esas casualidades de las que está repleta la vida, es otro enamorado del Pirineo Aragonés y su Valle de Pineta.
Podría seguir dando las gracias, a quienes se fueron a casa con su ejemplar dedicado de Con la vida a cuestas, por ejemplo, pero quedaría una crónica bastante aburrida. Así que vayamos con el relato.
Como la tarde había empezado a lo grande, la tertulia en torno a la novela no podía reducirse a la típica presentación del conductor del acto y mi rollo de autor feliz. Claro que no. Nada menos que cuatro tipos, los cuatro periodistas, nos juntamos en la mesa. Y tengo que decir que, para no haberlo preparado, nos quedó una charla muy entretenida. Os invito a que la escuchéis íntegra en el podcast que encontraréis al final del artículo.
Algo importante cuando de la presentación de un libro se trata: los tres se lo habían leído y llevaban anotados los aspectos sobre los que querían que hablásemos.
Carles Valls hizo de maestro de ceremonias. Empezó destacando la apuesta de Printcolor por los autores independientes, realidad que corroboro y que aplaudo, e hizo una síntesis de la novela muy aproximada a mi planteamiento: “Empieza con dureza, pero conforme vamos avanzando nos damos cuenta de que es un canto a la vida y a las segundas oportunidades, a través del contacto con personajes que son entrañables y que también sufren”.
Los personajes, las segundas oportunidades, la naturaleza, con una presencia constante en la historia, el viaje, son las cuestiones sobre las que giró buena parte de la velada.
Carles Valls, José Antonio Muñoz, yo y la botella de vino, y Sergio Fidalgo. Foto: Fran Recacha
José Antonio Muñoz, director de la web cultural ‘Viaje a Ítaca’, aseguró que, tras haber leído El viaje de Pau, “Benjamín me ha vuelto a sorprender”. Con la vida a cuestas es una novela de estilo más tradicional, escrita en tercera persona y en pasado, menos compleja formalmente que mi primera incursión literaria, pero supone “un escalón más” como escritor. Para José Antonio es un acierto que decidiera incorporar las historias de los personajes secundarios al final del libro, lo que le otorga un ingrediente extra. También lo destacaron Carles y Sergio Fidalgo, el tercer compañero de mesa. Él no leyó esas pequeñas historias interrumpiendo el curso lineal de la trama, sino que lo hizo al final, como un anexo. “Fueron como un regalo que enriquece el conjunto”, afirmó.
No me lo había planteado, pero realmente se puede hacer así, porque esos fragmentos que nos muestran el pasado de Miguel Luján, Edurne, Irina, Helga, el inspector García, etc. no interfieren en el hilo argumental, sino que, aunque se puedan leer a partir del punto de la novela donde aparecen referenciados (esa era mi idea) pueden funcionar también como relatos independientes.
José Antonio Muñoz destacó la comodidad de acudir a esos extras en el libro digital, así como la calidad de la edición, cosa que le agradezco porque, como escribía ayer, me la he tomado muy en serio.
Respecto al contenido, consideró “muy interesante el concepto de esos personajes acabados, que no encuentran su sitio, que no ven su futuro, y ese choque que mantienen durante el trayecto con otros personajes que son todo lo contrario, que han encontrado su lugar, que son buenas personas, relativamente felices, y que van lanzándoles mensajes”, mensajes que son expresados no necesariamente mediante la palabra.
Ya he explicado en varias entradas del blog que quise escribir una novela sobre todo de personajes. Ayer abundé en esa idea. “Me planteé el reto de crear personajes que pudieran llegar a tener tanto peso emocional en el lector como el propio protagonista, y que eso no acabara diluyendo la historia”. La fuerza del relato, por tanto, recae en la interacción entre ellos.
La sala del Col·legi Oficial de Disseny Gràfic, un sitio muy acogedor para una presentación literaria. Foto: Lucía Pastor Como siempre, me sentí muy arropado por familia y amigos. Foto: Fran RecachaAutoedición de calidad
Sergio Fidalgo introdujo en la tertulia-entrevista el tema de la autoedición. Me preguntó si había optado por esta salida por convencimiento o como consecuencia del rechazo de las editoriales. Le expliqué que, habiendo conocido un poco cómo funciona el sector, “no vale la pena que te publique una editorial si no es una editorial que apueste claramente por ese producto, y hay pocas que lo hagan”. No es una opinión que a los habituales de ‘la recacha’ os pille por sorpresa, desde luego. “Para esta segunda novela ni me planteé buscar editorial. La autoedición es un camino que tiene mucho recorrido. Evidentemente, no te puedes plantear ganarte la vida ni a corto, ni a medio, ni probablemente a largo plazo, pero sí te permite controlar totalmente el producto, moverlo como te apetezca, dejárselo a leer a quien consideres que te puede ayudar a mejorar la novela, y hacer cositas como meter por ahí en medio a El viaje de Pau sin que venga el editor a decirte que te dejes de bromitas”. El hecho de que a Alberto, el protagonista de Con la vida a cuestas, lo acompañe en su viaje mi primera novela fue una licencia simpática y, por qué no, también un modo de autopromoción, que recibió la aprobación unánime del público.
Defiendo la autoedición, pero eso no significa que me parezca adecuado todo lo que se publica en nombre de la literatura indie. “El que publica un libro tiene que querer hacerlo lo mejor posible. Si no es capaz de hacerlo por sí mismo, tendrá que recurrir a alguien que lo haga profesionalmente, si es que pretende que ese producto tenga una presencia y un recorrido”. Me habéis escuchado y leído declaraciones calcadas a esta. No me entra en la cabeza que alguien ponga un trabajo descuidado a disposición del público.
Sergio Fidalgo aplaudió la calidad de la edición impresa de Con la vida a cuestas. “Es un producto profesional, una prueba de que la autoedición es tan digna como la publicación mediante una editorial”. Así es. Estoy convencido de que cada vez hay más obras independientes de calidad, pero también hay muchas, demasiadas, en las que no se han invertido los recursos suficientes para alcanzar el mínimo exigible: corrección, maquetación, diseño de cubierta… Yo tengo la inmensa fortuna de contar con la colaboración de un pintor e ilustrador extraordinario, mi hermano Fran (aprovecho para colar que esta misma semana ha sido protagonista en ‘The Times’, tanto en la versión impresa como en la digital), autor del diseño de las cubiertas de mis dos novelas.
La importancia del blog
Otro tema que salió a relucir fue el de los blogs. En Con la vida a cuestas los dos personajes principales, Alberto y Lorena, cuyas tramas se desarrollan de forma paralela, se comunican mediante ellos. Otorgarles ese papel protagonista fue una manera de reivindicar la importancia que para mí tiene esta vía de comunicación. “El blog para mí es una herramienta básica, para difundir mi trabajo y para expresarme. Me ha permitido contactar con gente de todo el mundo, que me sigue, se interesa por lo que hago, me anima, me ayuda incluso (un abrazo muy fuerte para mis queridísimos lectores “cobaya”). Quienes entran en mi blog son lectores potenciales de mis novelas. Si les gusta lo que encuentran quizás se interesen por mi trabajo y, quién sabe, a lo mejor acaban comprándome un libro”. Gracias a este espacio virtual también me han invitado a participar “en eventos que ni soñaba, como Liber o Kosmopolis”.
Durante la charla, que, insisto, os invito a escuchar, hubo oportunidad de profundizar en algunos aspectos de la novela, como la naturaleza, que de nuevo aparece con un gran peso, no sólo físico sino también simbólico. No revelo nada si digo que soy un amante del medio natural, de las montañas y sus pueblecitos, y que creo en su “poder sanador”. “¿Los protagonistas de tus novelas son víctimas del entorno urbano?”, me preguntó José Antonio Muñoz. No es algo que me planteara conscientemente, pero es cierto. Pau es víctima de la monotonía de la ciudad; Lorena lo es de una vida urbana deshumanizada que, como a tantas personas, les ha llevado a olvidar quiénes son, que lo más importante en la vida es reconocerse a uno mismo y saber valorarse. También Rossell, el ejecutivo millonario, es víctima de una vida tan trepidante como gris y vacía de emociones. Se da cuenta de ello, casi sin querer, y trata de reconciliarse consigo mismo. “Me gustaría que hubiera muchos Rossells, gente que, estando en la cresta de la ola, se plantee si eso les llena como seres humanos. Pero me temo que, en realidad, hay muchos más que sólo piensan en ganar más”.
Lo voy a dejar ya. En el audio escucharéis más reflexiones interesantes sobre la novela y el proceso creativo. Me despido con una idea que he defendido en otras ocasiones: la presencia de la voz del autor en sus textos. “Es muy difícil engañarte a ti mismo cuando escribes. En la historia siempre acaba apareciendo el autor, y yo defiendo que sea así. Es lo que hace que esa novela sólo la puedas haber escrito tú. Se ve claramente cuándo un escritor no es capaz de poner su personalidad en lo que está haciendo, sino que se está limitando a copiar”.
Y así, una hora después de haber empezado, con alguna interrupción del público infantil (mi hijo, vamos), en un ambiente muy distendido que propició no pocas risas, acabó el feliz acontecimiento. Y como en toda presentación literaria que se precie, lo hizo con el siempre agradecido momento de la dedicatoria de ejemplares. ¿Queréis uno?
El siempre agradecido momento de las dedicatorias. Foto: Lucía Pastor El balance de la presentación fue muy positivo. Foto: Printcolor http://www.ivoox.com/presentacion-con-vida-a-cuestas-en_md_4571247_wp_1.mp3