Licorice Pizza; Una historia de amor diferente

Por Iria Dominguez.

Licorice Pizza. Años 70. Valle de San Fernando. Los Ángeles. Chico, 15 años, conoce a chica, 25, y se enamora. Le pide una cita, ella dice no, pero terminan quedando. Pasa el tiempo y empiezan un romance. Fin. Licorice Pizza; Una historia de amor diferente ¿Otra historia de amor? Sí, pero. Alana (Alana Haim) es una chica espabilada, inteligente y testaruda. No le importa demasiado lo que piensen los demás de ella, pero se siente atrapada, no sabe lo que quiere y desea encontrar su sitio. Gary (Cooper Hoffman) es astuto, orientado al objetivo y con un ojo especial para encontrar dónde están las buenas oportunidades. No se plantea mucho las cosas, simplemente las hace. ¿Otra historia en la que dos personajes muy diferentes acaban juntos ? Sí, pero.Los protagonistas crecen a medida que se van enfrentando a las dificultades que se encuentran. ¿Otra historia de paso a la vida adulta? Sí, pero. Licorice Pizza; Una historia de amor diferente
Paul Thomas Anderson (Pozos de Ambición, Boogie Nights) dirige y escribe esta maravillosa película, que es de esas de las que se parecen a la vida real, en la que las cosas no suceden por una razón sino que son más bien momentos inconexos y sin estructura. Quitando el esqueleto propio de las pelis románticas, las vivencias de Alana y Gary brotan aquí y allá sin relación de causa y efecto. Esta manera de narrar aporta naturalidad y es más fácil cogerle cariño a los personajes e identificarse con ellos, son casi de verdad. Suma a esa sensación de naturalidad el aspecto físico de los protagonistas, que no es el que acostumbramos a ver en el cine. Licorice Pizza; Una historia de amor diferente
El humor viene de la mano de personajes peculiares como Jerry Flick (John Michael Higgins) o Mary Grady (Harriet Sansom Harris). Por otro lado está Jon Peters, interpretado por Bradley Cooper y que está basado en el productor que, además de ser conocido por haber sido pareja de Barbra Streisand, tiene unas cuantas polémicas ligadas a las espaldas. Las escenas en las que aparece tienen la risa asegurada. Jack Holden, interpretado por Sean Penn, se basa en el oscarizado William Holden. Ojo a la referencia a su habitual rol de conductor de motos en varias de sus películas.

Otros personajes que existieron en la vida real son Lucy Doolittle (Christine Ebersole), Joel Wachs (Benny Safdie) o el mismo Gary Valentine (Cooper Hoffman, hijo del fallecido Philip Seymour Hoffman), basado en Gary Goetzman, amigo de la infancia de Paul Thomas Anderson, actor de Tuyos, míos, nuestros (1968) y protagonista real de varias anécdotas de la película. Licorice Pizza; Una historia de amor diferente

Licorice Pizza; Una historia de amor diferente

Por otro lado, Alana Haim es integrante de una banda norteamericana con el mismo nombre que su apellido. Sus hermanas, las otras dos componentes de Haim, también salen en la película y son las hermanas de Alana.

Artistas como David Bowie, Nina Simone o Paul McCartney sonaban en aquellos años en California y forman parte de la banda sonora de la película. La música juega un papel importante. Fíjate en que, sobre todo al principio, son canciones románticas las que sirven como banda sonora particular de Alana y Gary, te van metiendo en un estado de ánimo que, aunque propio de las películas de amor, no cae en la cursilería. Es muy difícil no sonreír con sus miradas y sus avances y retrocesos con respecto al otro.

Licorice Pizza te encuentras con risa, música, fiesta, éxitos, fracasos y camas de agua. Es una peli tierna, bonita y optimista, pero sin caer en mensajes positivos forzados. Es casi como la vida.