Líderes carismáticos y cambio social

El cambio social en muchas ocasiones llega de la mano de grandes líderes carismáticos que por poseer cualidades personales especiales o simplemente por estar en el sitio adecuado en el momento justo logran cambiar la historia.
El cambio que promueven puede ser valorado positiva o negativamente de eso se encargará la historia, pero nadie podrá negar la capacidad de liderazgo y movilización social de personajes tan deleznables como Adolf Hitler.
En la actualidad la sociedad española se enfrenta a retos muy novedosos, la incapacidad de nuestros políticos de adoptar acuerdos en pos del bien común nos ha arrastrado a unas inciertas elecciones con la esperanza de que sus resultados  nos den la solución a la situación de indeterminación en la que nos encontramos.  Muchas son las voces que claman por un cambio social y todos los líderes de partidos afirman reunir las cualidades necesarias para lograrlo.
La psicología social nos indica que para generar un verdadero cambio serán necesarias  varias cuestiones.
La sociedad ha de estar suficientemente madura para implementar sus ideas, avances… muchos individuos excepcionales no lograron el reconocimiento social hasta su muerte porque se anticiparon a su tiempo. Este es el caso por ejemplo de Copérnico con su modelo heliocéntrico que situaba al sol en el centro del universo.

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En este sentido, España se encuentra en el mejor momento para la aparición de verdaderos líderes  capaces de generar cambios ya que reglas y leyes de histórica aplicación han sido socavadas y las viejas costumbres cuestionadas.
Es preciso además contar con seguidores, para que uno se convierta en profeta necesita creyentes. La grandeza de un líder debe ser pública y ese es el momento en el que entra en funcionamiento la selección social elevando a algunos individuos al estatus de héroes y dejando a muchos otros por el camino. El líder movilizará a las personas para la acción.
Para ello el líder ha de ser carismático lo que significa que dispondrá de determinadas cualidades que le permitirán atraer a los demás por su presencia, su palabra o su personalidad. El líder carismático es además:
- exigente y autocrático
- dicta líneas de acción para sus seguidores y castiga la insubordinación.
- mantiene las distancias con sus seguidores. Así Jesucristo era llamado por ejemplo "maestro" y sus seguidores "discípulos".
- es dogmático.
No debería confundirse seguidor con fanático, los adeptos fanáticos aíslan al líder de la realidad generando un pensamiento grupal por el que se crea una falsa sensación de invulnerabilidad, omnipotencia, sagacidad y justificación . Este pensamiento debió de ser el que prevaleció en todas y cada una de las tramas de corrupción que han florecido por España.
Una última recomendación para generar un cambio social positivo, los aspirantes de la ideología que sea, nunca han de dar por sentadas las reacciones de la gente, la masa es altamente impredecible sobrevalorar o infravalorar su potencial de movilización, malinterpretar su estado anímico, sus fines o aspiraciones puede llevarles al fracaso.
Un líder carismático ha de ser consciente además de su poder de acción pero también de sus limitaciones sobre el dominio de las circunstancias sociales e históricas.
Fuente: Sociología del cambio social 1995.
Tras todo esto, ¿habrá algún líder capaz de un generar verdadero cambio social en España?.