Lo bueno de no dedicarme a esto es que puedo desaparecer de vez en cuando sin que nadie se alarme y sin tener que dar elaboradas explicaciones. La razón de mi ausencia del blog, que no de redes sociales, últimamente se ha debido principalmente al trabajo, la necesidad de descansar y la falta de inspiración. Y sí, esto se parece bastante a unas explicaciones, pero más que eso es un deseo de reconectar y de poneros al día.
La vida últimamente está siendo agridulce. Estoy siendo muy feliz con mis rutinas y mis cosas, recibo muchas cosas buenas, pero todo eso a veces queda ensombrecido por pequeñas nubes negras aquí y allí. Vida normal, supongo. Lo malo es que esto me ha traído una increíble desmotivación blogueril que rara vez había sentido antes.
Hoy os hablo un poco de ello.
He tenido varias épocas de sequía en el blog. Normalmente se debían a falta de ganas a raíz de momentos de ansiedad elevada o a temporadas de apatía generalizada. Pero ahora estoy bien. Más que bien, estoy muy feliz con mi vida. Entonces, ¿por qué esta desmotivación? Esta es la pregunta que me hago.
Lo que he sentido estas últimas semanas era literalmente falta de inspiración. En otras palabras: no sabía qué postear. ¿Prendas de abrigo? No, ya casi es primavera y se van de los catálogos. ¿Maquillaje? Si casi no me maquillo últimamente. ¿Vestidos? Hace demasiado frío. Y así. A todo le veía pegas, todo me parecía frívolo y sin sentido. Una guerra en Europa y yo posteando sobre planes divertidos para hacer en marzo.
Y no sabría decir si esa es verdaderamente la causa. Quizá algo subyace, puesto que no somos indiferentes a la actualidad aunque tengamos que seguir con nuestras vidas, pero no lo sé. El caso es que cuanto menos posteaba, menos me apetecía postear.
A eso hay que sumarle que me resulta casi imposible mantener mi calendario de publicaciones como era antes. Los días de diario apenas tengo tiempo y llego muy cansada. Los fines de semana necesito airearme o no hacer literalmente nada y lo que menos me apetece es estrujarme la cabeza para pensar en qué publicar. Problemas del primer mundo.
Pero, bueno, en medio de todo esto he estado bien. Mr. Preppy y yo hicimos un viaje de dos días a Burgos (provincia, no capital) y visitamos muchos sitios interesantes como el desfiladero de la Yecla, que es el que veis en las fotos. Ambos necesitábamos ese descansito, aunque no estuvo exento de obstáculos.
Girasol estuvo muy enfermo, yo estuve enferma, su enfermedad me puso muy triste, me descuidé un poco... You know. Pasaron algunas cosas que me decepcionaron un poco, pero seguimos adelante con todo. Girasol ya está mejor y el mundo se ve de otra manera. El otro día vi un enorme arco iris sobre Salamanca cuando volvía de trabajar, no recordaba haberlo visto antes tan grande y colorido y eso me hizo tener esperanzas. Es una señal, ¿no?
En resumen, las semanas se fueron sucediendo unas a otras y yo sin publicar. Y cada vez que ese tiempo crecía yo me sentía aún más desconectada de todo. Pero no pasa nada porque estoy bien. Ese es el resumen. Sí que tengo cositas que publicar próximamente y ya vienen las flores de la primavera. Mientras escribo estas líneas está lloviendo fuera y Mr. Preppy trabaja con su ordenador; luego haremos la cena y veremos algo en Netflix. Y eso, que estamos muy bien.