Revista Tecnología

Ligar 103: Todo el pescao’ vendido

Publicado el 13 agosto 2011 por Portalgameover
Larry

A la tercera va la vencida, ¿no?

Solteros jugones del mundo, ya nos vamos acercando al final de este curso magristral de conceptos básicos para no morir solos. Si recordáis, en la primera clase aprendimos los aspectos que debíamos mejorar para que el resto de la sociedad nos aceptara. En la segunda, visitamos los lugares más comunes para interactuar con mujeres y algunas sencillas reglas para saber si vamos bien o mal en nuestros acercamientos.

Algunos pensarán que ya tenemos todo el trabajo hecho, que ya poco debe faltar para lograr nuestro objetivo. Al contrario. En el planteamiento de este curso hemos ido de dentro hacia afuera, mejorando nuestras aptitudes personales y luego sociales. La tercera pata de esta mesa es algo muy fundamental: ¿Qué hago cuando la tengo cara a cara?

Trataré de plantear los principios más obvios de un primer acercamiento, la regla básica para proponer una primera cita y las principales consideraciones que debemos tener en cuenta para mantener una conversación con otra persona. ¿Suena interesante? Pues empezamos:

Proponer una cita

Mucho se ha escrito sobre las primeras citas. En gran parte por culpa del cine, las primeras citas tienen mucho hype, muchas expectativas que nunca se ven cumplidas en la realidad. Por eso, el primer consejo para proponer una cita es usar el método “Anti-Molyneux”. Al contrario de lo que hace este diseñador endiosado, nosotros debemos bajar toda expectativa que se pueda crear alrededor de este primer encuentro. El restar importancia a la primera cita no sólo ayudará a que la otra persona se sienta más segura y propensa a aceptar, sino que tendrá un efecto en nosotros. Si partimos con unas esperanzas muy bajas (Que probablemente se verán reflejadas con la realidad) nos sentiremos menos presionados, más alegres y actuaremos como realmente somos. No tendremos tantos nervios ya que, como este método plantea, antes y después de la cita seguiremos igual.

El método “Anti-Molyneux” no es una cosa que nos debamos aplicar únicamente a nosotros, también lo deberemos expresar a la otra persona. “Vayamos sólo a tomar un café” o “Me apetece ir al cine, apúntate si quieres” son algunos de los ejemplos que podemos aplicar para proponer alguna actividad. No debemos caer en la trampa de dejar volar nuestra imaginación con supuestos que nunca se cumplirán. Y sí, me refiero a que si alguien acepta a ir a tomar un café contigo es poco probable que acabe jugando al WoW en pelotas a tu lado.

Es importante apuntar que no debemos pecar de lo contrario, de ser demasiado pesimistas. El truco es ceñirnos a nuestras propias palabras. Vamos a tomar un café y hablar. Simplemente eso. Tampoco parece muy complicado, ¿no?

Molyneux

Si sus videojuegos fueran citas, este hombre moriría solo.

Mantener una conversación

Pues sí, mantener una conversación es más complicado de lo que parece. Puede que tras largas horas chateando con desconocidos creáis que sois unos maestros en esto de la comunicación, pero nada más lejos de la realidad. En la comunicación 1.0 perdemos ese tiempo entre mensaje y mensaje que nos permite pensar la respuesta, cara a cara debemos actuar rápidamente, casi sin pensar, y proporcionar una respuesta a la altura. Es como un Quick Time Event, nunca sabemos que botón debemos pulsar hasta una milésima de segundo antes.

Pero no todo está perdido, en las siguientes líneas os proporcionaré tres trucos muy sencillos para llevar a buen puerto una charla. Tres sencillas pautas para que la otra persona esté a gusto y, si las estrellas se alinean, se acabe interesando en vosotros.

Primera regla: La regla de Steam1

Steam

Si te fijas bien, el logo de Steam parece un pene.

A todos nos encanta Steam por sus maravillosas ofertas de 2×1, precios rebajados a mitad de precio… La regla de Steam respecto a la conversación tiene el siguiente enunciado: debemos escuchar dos veces por cada vez que hablemos. Vamos, que debemos aplicarnos una oferta de 2×1, escuchar el doble de tiempo del que nos pasemos hablando.

Es un error muy común caer en la pesadez o en la indiferencia de la otra persona al pasarnos la mayoría del tiempo hablando de cosas que a nosotros nos interesan y a al otro no. Si aplicamos la regla de Steam nos aseguramos una primera barrera para no caer justamente en eso, en ser demasiado egocéntricos y que nuestra cita piense:

“joder, que pesado es este friki”

Os aconsejo activamente aplicar esta regla en vuestro día a día y veréis como, no sólo mejora la comunicación con otras personas, sino que descubriréis cosas apasionantes de la gente que te rodea.

Segunda regla: Muestra genuino interés

Por mucho que penséis que se puede fingir el interés, es mentira. El interés genuino, el querer saber más de un tema, la necesidad de conocer los detalles, es una cosa que no se puede fingir. En nuestra cita deberemos buscar un tema común que sea de interés para los dos, que realmente despierte algo en vuestro interior con opinión. Nunca deberemos fingir que nos interesa un tema sólo porque veamos que la otra persona es una experta o que toda su vida gira alrededor de ese hobby.

Puede que los más avispados puedan aguantar una conversación sobre “los aviones del siglo XIX” durante media hora pero, ¿Cuánto tiempo puedes aguantar?. Mi consejo es que vayas cambiando de tema, ya sean temas de actualidad o cosas que te interesen hasta que des con un hobby común, el santo grial de los temas, el Neo de la conversación. Y, una vez lo encuentres, muestra genuino interés en él.

DRreaper es la única persona que sabe el nombre de este avión. Y lo amamos por ello.

DRreaper es la única persona que sabe el nombre de este avión. Y lo amamos por ello.

Tercera regla: Sé honesto

Fingir que eres alguien que realmente no eres es muy duro. Ya no hablo por la dificultad de mentir constantemente, sino porque el único que puede salir mal parado eres tú mismo.

No debemos proyectar nuestras ilusiones de salir más, de ser más abiertos o de querer hacer muchas actividades mintiendo a los demás. Ese no es el camino. Como ya comenté en la primera clase, nuestros esfuerzos deben ser por cambiar nuestros hábitos, por ser esa persona que queremos ser. Una vez lo consigamos, veremos que no hay razón por la que no ser honesto.

Deja de plasmar tus frustraciones en los Sims y empieza a cambiar.

Deja de plasmar tus frustraciones en los Sims y empieza a cambiar.

Y con esto acabamos esta tercera clase. Ya sólo queda una última clase para dar por acabado este pequeño curso veraniego de ligoteo. Por eso, os animo a que comentéis vuestras experiencias e impresiones de cara a la última clase: “Ligar 104: Conclusiones”. ¡Mucha suerte!


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