Lilith y Eva. La lucha por la supremacía

Por Bruno Echedo
Primeramente cabe aclarar para quienes no conozcan la leyenda, quien es Lilith. Para ello compartiré este enlace al respecto.
La humanidad desde sus inicios conscientes tiene una lucha perpetua entre los dos sexos que la componen por la supremacía y la dominación de uno sobre el otro. Quizá esto se dé por no tener otra especie con conciencia en la misma condición que nosotros a quien someter o competir por la supremacía. Hablemos de esa lucha por la dominación de género.
Eva es la mujer sumisa, la colaboradora del varón, su complemento. Es quien se somete y acata. Se posiciona como ama del hogar, toma a su cargo la tarea inherente a la gestación de los nuevos miembros de la raza, su crianza y su educación ;la labor territorial y el afinamiento. Es la creadora del diseño social a través de la creación de la familia, piedra fundamental de la sociedad y sostén de la especie humana. Sin la sociedad y su construcción diaria una especie gregaria como la nuestra nunca hubiese subsistido.
Volviendo a la sumisión, esta "Eva", no cuestiona sino que acata. Responde biologicamente al macho y lo acompaña a lo largo de la vida. Por otra parte es muy vulnerable al abuso y eso se reflejó tempranamente. En lo intelectual reprimida cada vez con mayor énfasis. Sustento emocional del varón, proveedora de la raíz social y del sustento y conservación de la especie y constructora de sus mitos y leyendas, esto último por acción o creación de dichos mitos culturales.
Eva es el salvoconducto del líder, su base y su sostén.
Ahora bien, en los tiempos modernos esta Eva está siendo cuestionada y debilitada. Aquí es donde comienza una lucha frontal y acerrima con "Lilith".
Esta mujer es muy distinta conceptualmente a Eva. Esta "Lilith" es la independiente y soberbia, no se somete bajo ningún liderazgo y su génesis es la valoración de la igualdad con su género opuesto y su actitud de autoridad compartida. La rebeldía y la lucha por sus ideales y preceptos llevados hasta las últimas consecuencias.
Lilith no cree en los roles específicos sino que su tarea será compartida y de coautoría. No cree en la sumisión ni en la autoridad sino que todo debe ser sometido a cuestionamiento y decisión compartida. Nunca se someterá. Esta Lilith casi opuesta a la Eva hoy en día toma una mayor preponderancia en la sociedad. Podemos verla en los rasgos básicos del feminismo y sus reclamos. El problema no radica tanto en la lucha entre Lilith y Eva, sino entre Lilith contra Eva y Adán. Es aquí donde se dará la verdadera lucha. El posicionamiento de Adán es el catalizador que hará que la lucha sea mas o menos violenta y mas o menos larga y con mayores o menores consecuencias para la sociedad. Adán es, como vemos, pieza clave en la supremacía de Eva o Lilith. Eva no interviene demasiado en la lucha, porque como toda sumisa, intentará negarla y seguir. Lilith, en cambio, hará correr sangre y la bisagra está en Adán que, al fin y al cabo, es a quien derrocar. Es él quien lleva el bastón con el que somete a Eva, ese bastón que Lilith quiere tomar. El punto es si después que Lilith gane la batalla ¿en que condiciones quedará Adán? Esa es la interrogante social de los próximos tiempos, cual será el rol y el lugar del varón en la sociedad del futuro.