Revista Cultura y Ocio

Limpiar las orejas al perro.

Por Mayriel

Hoy en uno de los paseos con  Timple un perro se enfurruñó con él. La dueña me dijo que tal vez le habia rozado la orejita , pues tenia una infección y sufría horrores cada vez que lo limpiaba….  A Timple como a todos tambien le ha pasado…. por desgracia para los perro con las orejitas caidas , a las que no les da el aire es muy fácil cogre una…. basta con no secarles bien al salir del baño…. He encontrado unos consejos bastante útiles para la salud de los oidos de los peludos. Lo comparto

Lo primero que debemos hacer es limpiarnos las manos y buscar un sitio con luz para revisar ocularmente el interior de las orejas de nuestro perro. Esta revisión inicial nos indicará la cantidad de suciedad que nos vamos a encontrar y en que parte de la oreja se encuentra.

También nos dará una idea del tamaño del interior de la oreja de nuestro perro. Algo muy importante ya que lo vamos a manipular con nuestros dedos y se trata de una zona muy sensible.

Una vez realizada la inspección ocular, enrollaremos una gasa en nuestro dedo y lo introduciremos suavemente en el oído del perro. Debemos ser muy delicados ya que cualquier movimiento brusco puede hacerles daño.

Lógicamente, si nuestro perro tiene un oído pequeño utilizaremos el dedo más pequeño de nuestra mano para esta tarea. Mientras que si tiene unas orejas grandes (o es de raza grande) quizás podamos utilizar algún otro dedo sin necesidad de forzar.

Una vez hayamos introducido suavemente el dedo con la gasa en el interior de su oreja, realizaremos pequeños y suaves movimientos circulares, con el fin de que se quede pegada la mayor cantidad posible de cera en la gasa.

Sacaremos el dedo con la gasa y lo examinaremos, si la gasa ha salido sucia, con restos de cera o suciedad, cogeremos una gasa limpia y repetiremos la limpieza en ese oído, tantas veces como sea necesario hasta que la gasa salga limpia.

Cuando saquemos el dedo con la gasa y esté limpia, cogeremos una gasa nueva (nunca utilizar la misma) y realizaremos la misma tarea en la otra oreja. Nunca debemos usar una misma gasa en los dos oídos, porque si uno de ellos está comenzando a tener una pequeña infección, probablemente contagiaremos al otro. Debemos utilizar siempre una gasa limpia para cada oído.

Las gasas son muy económicas y pueden comprarse en cajas de varios tamaños en cualquier farmacia. Si no se dispone de gasas, se puede usar papel de baño limpio y que no sea áspero.

Nunca jamas debemos utilizar bastoncillos para los oídos como los que utilizamos los humanos. Ya que si el perro se mueve o no calculamos bien con nuestra mano podríamos ocasionarle daños irreparables como la sordera. Tampoco debemos utilizar algodón ni nada que deje fibras.

Si al limpiar las orejas de nuestro perro vemos que sale excesiva suciedad o con mucha más frecuencia de lo habitual, es posible que nuestro perro tenga una infección por hongos, bacterias o ambas.

Otro síntoma de una infección en las orejas de nuestro perro, es un olor poco agradable (malo) en el interior de sus oídos. Si al acercar nuestra nariz apreciamos un olor fuerte y/o desagradable, probablemente exista una infección.

Un rascado excesivo por parte de nuestro perro o un agitado excesivo de sus orejas, pueden ser también pistas de una posible infección.

Si detectamos alguno de estos síntomas debemos acudir a un veterinario para que evalúe el tipo de infección y nos proporcione un tratamiento adecuado.

Existen muchos tipos de infecciones diferentes, por lo que la medicación no tiene porque ser siempre la misma. Por otro lado, no existe remedio casero que sirva para tratar este tipo de infecciones, debemos acudir a un veterinario si o si.

Debemos limpiar siempre las orejas de nuestro perro con una gasa seca, solo debemos utilizar líquidos limpiadores de orejas para perros, si nuestro veterinario así nos los indica.

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