Lindsay Lohan y unos amigos estuvieron en un club londinense, y se bebieron, en un reservado, una botella carísima de vodka.
La botella y el reservado, valorados en 2.500 dólares, le supuso a la actriz un momento muy embarazoso, ya que, al ir a pagar con la tarjeta de crédito, la operación fue rechazada.
Parece ser que la cuenta de Lindsay estaba en números rojos y no se pudo hacer cargo de la cuenta. Pensaría: “Tierra trágame”.
Finalmente, tuvieron que ser sus amigos los que se hicieron cargo de la factura.
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Foto: RG