Linus Torvalds es el principal responsable del mantenimiento del Kernel Linux y esto es así desde 1991;y aunque con el paso de los años se han ido sumando numerosos colaboradores y voluntarios Linus siempre ha mantenido una posición dominante que ha permitido al proyecto superar numerosos hitos y obstáculos en los últimos años pero también ha supuesto una terrible carga de responsabilidad.
De Linus son conocidas sus salidas de tono que alguna vez justificó como recurso para poder centrar las discusiones en lo importante y mantener el control del proyecto pero con el tiempo se ha ido viendo que expresiones cada vez más fuera de tono están suponiendo un importante lastre en el día a día y convivencia de las personas que aportan su ayuda para el mantenimiento del Kernel.
Así y tras diferentes choques públicos llegó el momento en el que en un mensaje de lista de correo el domingo, Torvalds admitió que sus “ataques frívolos en correos electrónicos” a otros programadores de Linux y colaboradores del proyecto “han sido poco profesionales e innecesarios. Especialmente cuando lo hice personal … ahora sé que esto no fue así. De acuerdo y realmente lo siento “. “Tengo que cambiar algo de mi comportamiento”, agregó, “y quiero pedirle disculpas a la gente que mi comportamiento personal ofendió y posiblemente lo alejó por completo del desarrollo del kernel”.
Mi opinión personal es que Linus ha tardado en tomar la decisión. En lo personal soy una persona pragmática que no le gusta perder ni hacer perder tiempo y puedo entender que la forma con la que en la actualidad se abordan muchos temas sin la dirección adecuada puede terminar en una inmensa perdida de tiempo. Lo veo muchas veces en reuniones que no terminan nunca y donde normalmente se acaba por perder el foco de la discusión y puedo entender que en ocasiones es necesaria cierta “mano dura” pero en general en el 99% de las ocasiones es poco recomendable. ¿Por qué? Porque se genera un ambiente realmente tóxico y a la larga se merma la confianza de tus colaboradores. Y quizá lo más importante, cuando pierdes los nervios no es porque tus colaboradores fallen, es porque tú has fallado.
Cuestión aparte los trolls, vampiros y otras hierbas indeseables que podemos llegar a encontrar en nuestro entorno laboral pero corresponde, y más en la posición de Linus, detectarlos a tiempo y poner solución. Quizá el mayor problema es cuando tu acabas por convertirte en aquello que odias y creo que esto es a fin de cuentas lo que le ha pasado a Linus.
Este retiro no es definitivo, solo por un tiempo. Confio que Torvalds logre su objetivo de recuperar energías y regrese con el mejor animo para fortalecer y hacer crecer la comunidad que el mismo creó entorno al desarrollo de su kernel 30 años atrás.