"Recuerdo esos ojos. Esa boca. Me acuerdo de una versión un poco menos provocativa y madura de ese cuerpo femenino. De lo que sentí al tocarla, al abrazarla. De cómo se reía, de cómo sabía, de cómo terminó todo. Y no puedo olvidar."
Libro: Dulces caricias (All the pretty poses, 2014)Autor: M. LeightonGénero: romance New Adult, contemporáneoEditorial: Phoebe RománticaAño de publicación: marzo 2016Edición: tapa blanda con solapasPáginas: 288Web: M.Leighton Valoración: 5,5/10
¿De qué trata?Kennedy Moore tardó mucho tiempo en volver a recomponer su vida después de que Reese Spencer la abandonara…, pero finalmente lo consiguió. Años después, Kennedy es una mujer fuerte e independiente con un solo sueño: bailar en una importante compañía. Por desgracia, para una chica sin dinero ni contactos alcanzar ese objetivo puede resultar casi imposible. Hasta que vuelve a encontrarse con Reese —ahora propietario de una cadena de clubs nocturnos y yates de recreo—, y él le ofrece una oportunidad que ella no puede rechazar. A cambio de trabajar en uno de sus barcos durante unas semanas, Reese le conseguirá una audición en la compañía de danza en la que quiere bailar.Lo único que Kennedy tiene que conseguir es trabajar duro y resistirse a Reese, pero cuando descubre que el amor que sentía por él no ha muerto por completo, esto último no resulta tan fácil como debiera.
Pretty 2/3: Dulces mentiras // Dulces caricias // All things pretty
Andaba yo con cierto estado de excitación, mirando a cada hora el buzón de casa, esperando que apareciera Dulces caricias, pues la representante de la editorial en las redes sociales no hacía más que asegurarnos que caeríamos rendidas ante Reese, el segundo hermano Spencer. Y aunque la historia de amor ha sido apasionante y ardiente, y aunque me he emocionado y hasta se me ha saltado alguna lagrimita llegado el momento, el protagonista masculino ha sido el causante de que no haya disfrutado como debiera de este caramelo New Adult.
Para no deprimir y parecer que no he disfrutado de tan electrizante lectura, voy a iniciar la reseña argumentando los puntos fuertes de Dulces caricias que han hecho que sea una gran continuación. Ante todo ha sido por su protagonista, Kennedy, que pese a ser una mujer de duro pasado, me ha demostrado desde el primer capítulo que es una chica dura y tozuda, repleta de orgullo y sensatez. Nuevamente, Leighton alterna las narraciones desde los puntos de vista entre ella y él, y desde luego he disfrutado mucho más de sus capítulos, pues me ha demostrado ser un personaje superviviente que ha sabido renacer de sus cenizas y mirar de frente al futuro. En adición, protagoniza un romance tan devastador como precioso con Reese, el chico malo por excelencia, que si bien he sido reticente con muchos de sus escenas y esa actitud que roza el acoso sexual, no puedo negar que su amor que todo lo puede con Kennedy me ha conquistado de principio a fin. En comparación con Dulces mentiras, el romance presente me ha parecido mucho más adulto y duro, con momentos de alto voltaje que hacían que me tapara los ojos ante el vocabulario y las embestidas de pasión de ambos, pero también ha habido grandes momentos para recordar por tiernas declaraciones de amor y gestos que merecen ser enmarcados. También hay que constar que Leighton sabe jugar con los sentimientos de sus lectores y, si ya nos parecía que el sino de Sloane era duro, el de Kennedy le gana por oleadas y nos hará quedarnos de piedra en nuestro asiento en más de una ocasión. Porque el amor no es un camino de rosas y está lleno de espinas, mentiras y secretos.No obstante, Dulces caricias no ha sido una lectura de diez pues, como comentaba más arriba, Reese no ha sido el hombre que esperaba. De Hemi, el hermano protagonista de Dulces mentiras, me conquistó su aura de chico misterioso y me obligó a sumergirme con ahínco en la lectura para saber más de su carácter y su pasado. De Reese, en cambio, tras leer su primera descripción y saber de su día a día como magnate de los negocios, sufrí tal empacho que no pude crear ningún sentimiento hacia él. A diferencia de su hermano pequeño, Reese me ha parecido un tipo duro y caradura, desvergonzado y sin ningún arrepentimiento por todo lo que hace, y desde luego sin ningún matiz por el que ser recordado, y aunque irónicamente me ha gustado en conjunto con Kennedy por la felicidad que le aportaba, él en solitario ha sido una piedra que he ido sorteando con pesadez con cada capítulo protagonizado por él. En definitiva, no le he visto el alma que esperaba para ser un personaje tan nombrado en Dulces mentiras, pues como carácter me ha parecido despreciable.
Dulces caricias ha combinado a la perfección romance y sexo, lo dulce y lo brusco, un sinfín de escenas tórridas y excitantes con un amor tan real como eterno. No obstante, me ha fallado un personaje masculino poco encantador y que, desde luego, me ha salido rana. Pese a todo, espero con ansias el siguiente libro de la autora, porque M.Leighton sabe muy bien cómo contar historias y cómo llegarnos al alma.
Con la colaboración de Phoebe Romántica