"Aquel era sin duda un hombre, y lo que la impulsaba a ella, deseos de mujer. Ninguno de los dos iba a conformarse solo con un beso."
Libro: La jugada perfecta (The perfect play, 2011)Autor: Jaci BurtonEditorial: Ediciones Pàmies - PhoebeGénero: romance adulto femenino, erótico, deportesAño de publicación: junio 2014Edición: rústica con solapasPáginas: 304Web: Jaci BurtonValoración: 6,5/10
¿De qué trata?Nada podría desestabilizar más la vida de Tara Lincoln que comenzar una relación con el famoso quarterback de los San Francisco Sabers, Mick Riley. Después de una noche de loca pasión, sabe que aquel hombre que vive para el deporte, la fama y tiene una chica diferente en cada ciudad ha calado muy hondo en su corazón. Pero no está dispuesta a sufrir de nuevo, por lo que decide no seguir viéndole. Mick lleva muchos años entregado al fútbol americano, pero está harto del falso mundo que rodea a este deporte. Por eso, cuando conoce a la hermosa organizadora de eventos Tara Lincoln, se da cuenta de que con ella desea mucho más que la típica aventura de una noche. Pero en Tara encuentra la horma de su zapato: ella no muestra el más mínimo interés en continuar su relación. Así que Mick, que nunca se rinde, tendrá que preparar la jugada perfecta...
Play by Play 1/?: La jugada perfecta // Changing the game // Taking a shot // Playing to win // Thrown by a curve // ...
Cuando te topas con la portada de La jugada perfecta, ves eficiencia plasmada en cada píxel. Un solo vistazo y sabes qué vas encontrar: un romántico a la par que apasionado libro sobre el deportista del momento, Mick Riley, adorado por todo tipo de féminas, y la mujer de la que se enamora perdidamente, Tara Lincoln, que rehuye constantemente de él porque no puede lidiar con su vida de famoso deportista expuesto a las cámaras. Pero también intuyes romance, pasión y altas temperaturas. Y entre sentimientos, declaraciones y sexo salvaje, me he encontrado con lo que buscaba, pero también he quedado un tanto empachada.
La gran baza de La jugada perfecta es su singularidad. Por estos lares no somos asiduos de encontrarnos con Romance Adulto ambientado en el mundo de los deportes, ni mucho menos de una tormentosa relación entre personajes que se despojan de todo topo de tabúes mientras desfilan por su increíble vida profesional. Es de agradecer que Burton se haya esmerado tanto en esta primera entrega, con una calidad inusitada en descripciones y tecnicismos del fútbol americano que tanto absorbe a nuestro protagonista, que nos deleite con los duros entrenamientos que hacen que cada célula de su cuerpo acabe bañada en sudor y nos mantenga en tensión con los partidos de temporada que siempre consiguen remontar en la última parte. Pero desde luego, lo que hace que te agarres febrilmente a la historia es la relación entre Mick y Tara. Son dos personajes de pasado tormentoso que sanan sus heridas con su compañía pero que, aunque nos pueden ofrecer sus lágrimas, también nos deleitan con las escenas más divertidas y entrañables que pueden surgir entre dos personas que se conocen, como los primeros coqueteos y bromas personales hasta, cómo no, ardientes escenas en la cama. No creo ser la única a quien le han enrojecido hasta las orejas con según qué juegos eróticos, no hablemos ya de la cuidada descripción del acto sexual por parte de la autora, siempre abierta a todo tipo de vocablos y expresiones. Claro está, La jugada perfecta es, al mismo tiempo, su propio enemigo, sobre todo en el aspecto amoroso. Aunque Mick y Tara empiezan como una pareja encantadora, de la que reír y enamorarte porque son como dos resquebrajadas piezas de puzzle que estaban destinadas a unirse, también hacen que acabes atragantándote. Primero, porque aunque ambos tienen heridas irreparables, a lo largo de la historia las repiten y repiten sin cesar, creando tales escenas melodramáticas que acabas mascando puro plástico, no hablemos de los secundarios que les rodean, que no hacen más que reiterar que son desgraciados y se necesitan el uno al otro para sanar. Pero sin duda, lo que más me ha cansado ha sido el sexo, sobre todo llegados a la mitad de la novela. Sí, estaba claro que, con esa portada, Mick no iba a ser un mojigato, y estaba preparada para escenas explícitas, felaciones y hasta sexo anal, pero he llegado a aburrirme tras leer más de una veintena de capítulos de cama, todos igual de detallados y gráficos. ¿Dónde ha ido a parar la imaginación y la picardía...?
La jugada perfecta sube la temperatura con su sola presencia, pero con su primer capítulo ya nos quemaremos los dedos solo con rozar las páginas: una tórrida pero tormentosa relación entre un futbolista famoso y su amada desconocida que nos enseñan, entre fogosas confesiones, lo idílico que es encontrar a la persona perfecta. Quizá más amor tradicional y menos roce físico hubieran conquistado más a mi corazón, pero desde luego, no es una lectura que deje fría.
Con la colaboración de Ediciones Pàmies