Revista En Femenino
Ya era hora de retomar el rumbo del blog que entre la Muy y el polaco me van a dejar el barco a la deriva.
Como iba diciendo en el título del post, little Ana se nos hace mayor: hoy es su último día en la escuela infantil. El próximo paso que dé en un aula será para estrenar el "colegio de mayores" como ella gusta de llamarlo.
Debo decir, tirando de orgullo paterno, que ha sacado notazas... sólo necesita mejorar en 3 de las 75 asignaturas que venían en el informe de final de curso. Lo bueno es que eran "marías":
- Comparte las cosas de forma madura y con facilidad: "a veces". Bueno, no nos volvamos locos, que si la niña comparte siempre luego le comen la merienda y eso tampoco es. Mi siguiente enseñanza a la Muy va a ser a poner los dedos en el bocadillo cuando alguien la pida un mordisquito, es decir, los dedos deben limitar el espacio material de mordida... esta lección es un básico de supervivencia para el colegio.
- Recoge los juguetes y los materiales de clase: "a veces". Ya estarán pensando que la niña ha sacado el carácter perezoso del padre... pues no se equivoquen, que little Ana ha sacado el sistema de ahorro de energía vital de un servidor, si, pero de ahí a decir que la niña es vaga dista un abismo. Además viendo como dejamos nosotros la cocina no sería justo echarle nada en cara, eso es así.
- Se pone de forma autónoma el calzado: "le cuesta". Si te parece la enseño a hacer un nudo marinero... que tiene 3 años, por el amor de Dios. Una vez se las puso al revés y vino diciendo que le dolian las zapatillas. Y con esa experiencia tan traumática sería injusto juzgarla por esa pequeña deficiencia.
Ey, ey, pero lo demás notazas! Ya saben que de la creatividad y las artes plásticas es su madre la "tutora", del aspecto lúdico-físico me encargo yo y de las macarradas varias también (aunque en este campo Ana es bastante autodidacta). De momento hemos contenido los insultos a dos: malo y tonto (creo que no está mal viendo cómo está el patio).
Asier, un amigo del cole y del parque, le ha enseñado a empujar. Vale que en ocasiones se lo ha mostrado usando a mi hija como sparring, pero le ha venido bien al fin y al cabo. Lo usa pocas veces porque creo que su carácter miedoso-precavido le ha hecho comprender que ante un empujón le puede sobrevenir otro de igual o mayor intensidad en dirección contraria.Supongo que los mordiscos los ha aprendido viendo al sector masculino de la clase... sólo lo ha usado una vez conmigo y al ver el moratón que me dejó se puso a llorar como un alma en pena. Ha sido la inversión en dolor más rentable.
Y ahora ha aprendido a escupir... bueno, no se le podría llamar escupir porque la mayor distancia que ha alcanzado la saliva ha sido 2 mm. Yo creo que acabará por desistir del asunto asumiendo que es bastante ridículo... no es plan de estar poniéndose "medallas de saliva" cada vez que lo intenta.
Con todo esto quiero decirles que little Ana ya no es tan little, que ya empieza a conformar su personalidad y comienza a adquirir hábitos propios de las niñas y no de los bebés. Que pronto irá al colegio, del que no saldrá hasta que... buff, mejor no pensarlo.
Pero antes de ir al cole, permítanme que dé las gracias a toda la gente que ha ayudado/educado a mi hija en estos años de escuela infantil, sobre todo a Irene, Esther y Alba, tres tipazas con vocación y paciencia infinitas!