Revista Televisión
'One Big Happy' llegó a la parrilla de la NBC el pasado 17 de marzo siendo una de sus nuevas comedias para el último trimestre de la temporada que a punto está de terminar. El movimiento de la cadena del pavo real es algo absurdo y más teniendo en cuenta que 'One Big Happy' sólo ha tenido seis episodios en su primera temporada. El último se emitió a finales de abril y reunió a 3.2 millones de espectadores, lo que supuso un bajo 0.9 en demos y convirtiéndole en la peor ficción de la cadena para la noche de los martes. Éstas han sido razones suficientes para que la NBC comunicase el viernes que no iba a concederle una segunda temporada.
Elisha Cuthbert ha dado vida a Lizzy, una lesbiana con poca suerte en el amor que se comprometió junto a su amigo Luke (Nick Zano) a que si llegaban a los 30 sin pareja se quedarían embarazados y criarían juntos a su bebé. No será por intentos, pero la buena noticia no llega hasta que Prudence (Kelly Brook), una británica que está a punto de ser deportada a su país, se cruza en sus vidas y se enamora de Luke. Y Luke de ella, claro. La misma noche en la que descubren que Lizzy se ha quedado embarazada Luke y Prudence se escapan a Las Vegas para casarse y así evitar que Prudence tenga que volver a Europa. El embarazo de Lizzy y la nueva vida de casados de Luke y Prudence convivirán entre las cuatro paredes (muy bien decoradas, todo sea dicho) del piso en el que, hasta entonces, vivían los dos amigos.
La comedia comenzó siendo muy floja pero no tardó mucho (tampoco tenía tiempo para hacerlo, claro) en encontrar su hueco y acoplar muy bien al trío protagonista. Cuthbert es la reina de la función (ese momento 'Single ladies' en el mercado); una actriz carismática y muy adorable que se mueve como pez en el agua en la comedia (para muestra, su Alex de 'Happy Endings'). Ellen DeGeneres ha sido productora de la serie, así que seguro que Lizzy es un poco ella. Nick Zano (¿es guapo? ¿es feo? ¿a ratos lo uno y a ratos lo otro?) es un actor bastante mediocre, pero al que le coges el tranquillo una vez eres consciente de sus limitaciones y tiene química con Cuthbert (las arcadas compartidas). Algo que no ocurre con la tercera en discordia: Kelly Brook no es buena actriz pero va sacando poco a poco adelante a Prudence y, al final, tiene hasta cierto encanto.
Los que no pasan el corte son los secundarios: Rebecca Corry es Leisha, la hermana de Lizzy, un personaje que podría ser hasta gracioso pero que es incapaz de sacar una sonrisa al espectador. Lo mismo ocurre con Chris Williams (que es Roy, el marido de Leisha) y con Brandon Mychal Smith (Marcus, el mejor amigo y compañero de trabajo de Luke). La serie funcionaría mucho mejor sin ellos, reduciendo sus apariciones a uno cada cinco episodios. De hecho, Jessica Lowe, en su aparición en la season finale, tiene mucha más gracia que ellos.
'One Big Happy' se deja ver sin dificultad y, aunque le cuesta arrancar, se le termina pillando el punto. O seré yo, que a las comedias les cojo cariño con facilidad. Salvo que sean unos callos importante, claro. Que el agente de Cuthbert le busque cosas mejores, que ella se lo merece.