Un judío que se encuentra en una situación financiera desesperada se va a realizar sus plegarias en el “Muro de los Lamentos”, pero esta vez decide usar un celular para garantizar que Dios realmente oiga su llamado…
Judío: Hello… ¿Dios?Dios: ¡Sí!Judío: ¿Puedo preguntarle algo?Dios: ¡Claro, hijo mío!Judío: ¿Qué es un millón de años para Ti?
Dios: Un segundo
Judío: ¿Y un millón de dólares?
Dios: Un centavo.
Judío: Dios… ¿Pudiera usted darme un centavo?
Dios: Por supuesto hijo… en un segundo te lo doy