Mi madre por ejemplo es de esas personas a las que la Navidad se les hace eterna y les resulta triste, yo en cambio busco en la memoria esos momentos en los que decoraba el árbol con papá, o cuándo venía mi tita la de Cádiz y pasábamos la Noche Buena juntos, y esos dulces tan ricos que preparaba mi otra tita,... Y es que tengo dos peques en casa, y también me gustaría que escenas como esas quedaran en sus retinas para siempre.
A pesar de los pesares la Navidad debe ser un tiempo de ilusión y de alegría, hay años en los que todo está muy reciente y duele de veras, pero a todo hay que sobreponerse y seguir caminando hacia adelante, procurando encontrar algún detalle que te haga sonreír cada día.
Y por eso, como el año pasado pues me decido a participar en el concurso que organizan las niñas de La Casita Dulce de las Flores. Hacer una tarta de estas características no es algo habitual, pero como la ocasión la pintan calva, pues es el momento de hacer locuras y echarle imaginación. La tarta es falsa, hecha en dummie para que aguante toda la Navidad allí en su tienda sin problemas.
Y lo que disfrutan mis chicos observando todo el proceso!!!, primero viendo cómo levanto la chimenea, cómo se va modelando a Papá Noel, lo del reno intentando desatascar a Santa les pareció un detalle chulísimo, y ya al elfo desenredando los cables de las luces les resultó alucinante.
No os voy a engañar, disfruto de cada uno de esos momentos una barbaridad, viendo sus caras de asombro, con esas sonrisas que valen un mundo. Creo que las tartas me quedan más bonitas por eso, porque deseo impresionarles y las ideas y los esfuerzos surgen sin más.
Sólo espero que también os guste a vosotras. Lo del concurso es sólo una excusa para ponerme manos a la obra, y seguramente haya muchas tartas preciosas, así que llevarse el premio será complicado, pero creo que he obtenido un buen resultado y sólo por ello ha merecido la pena. Besotes.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure