“Llevabale
sin duda el exquisito olor de las jerezanas
bodegas,
que más cerca estaban a cada minuto, y por último la
maquinaria
dio resoplidos estrepitosos, husmeó el aire, cual quisiera oler
el
zumo almacenado entre las cercanas paredes y se detuvo”.
“Theros”
de Benito Pérez Galdós